viernes, 4 de agosto de 2017

Madres, lo sois todo

Hace poco tiempo, en su último Congreso Federal, Juventudes Socialistas de España aprobó pedir una regulación para el mal llamado fenómeno de la gestación subrogada.

Mi sorpresa es mayúscula cuando leo titulares, pero al bajar hacia el desarrollo de la noticia y preguntar a los/as compañeros/as, te das cuenta que nada de apoyar a la gestación subrogada, sino legislar en favor de la gestación por sustitución, cuestión muy distinta.

La gestación subrogada (mas conocida como "vientres de alquiler") es la compra directa del único espacio en el cual se puede producir vida, es decir, una transacción comercial hacia el cuerpo de la mujer, objeto mercantil en este caso.

La gestación por sustitución es la cesión altruista de ese mismo espacio, con una relación regulada y legislada, para que en ningún momento pueda existir transacción económica entre gestante y futuros padres.

Si bien parecen dos opciones distintas, ambas enlazan con un debate mucho mas profundo que a las personas de izquierdas nos revuelve por dentro. El control sobre el cuerpo de la mujer... o mejor dicho, cómo los hombres volvemos a legislar sobre el cuerpo de la mujer.

Fue una dirigente de Juventudes Socialistas la que me preguntó directamente, "¿A favor o en contra?" (de la gestación subrogada). "En contra" dije yo, sin que me temblara el pulso. Fue en un encuentro preparatorio de su Congreso, y había mas líderes de la formación presentes, todos de la misma opinión. Y me inquietó mas que mucho que tuvieran tan claro que se debe y se puede regular, una vez mas, sobre le cuerpo de las mujeres.

Me explico, no es la voluntad inequívoca de zanjar este debate y la necesidad de articular espacios legales en los cuales se dé cabida a esta realidad social, lo que me pone de los nervios. Es la equivocada actitud de quiénes están llamados a ser la vanguardia de la izquierda lo que me revienta el alma. O dicho de otra manera, me fascina y admiro a los líderes de la organización juvenil por defender con uñas y dientes sus pensamientos, tan sólo creo que esta vez, se la han colado.

La derecha social y política, mucho mas ávida de debates que quienes militamos en la justicia social, impuso este tema en la agenda institucional forzando a pronunciarse a una izquierda dividida y sin relato común. Sabia decisión, ahora a ver cómo las grandes mentes de la socialdemocracia internacional cortan esa hemorragia.

Fuimos los hombres los que permitimos a las mujeres votar, ponerse a trabajar, usar anticonceptivos, abortar y ahora, como somos así de generosos, vamos a permitirles ser madres (biológicas) de quién les parezca. Y lo siguiente ¿qué será? ¿Legislar sobre el tamaño de sus pechos o caderas?  Ya basta de hipocresía en torno a este tema.

Siempre he pensado que, nosotros los hombres, debíamos sacar las manazas de los temas que son de exclusividad de las mujeres, es decir, de sus cuerpos. Por tanto, me repugna sobre manera que tenga que ser un hombre (cualquiera de los "líderes" políticos de nuestro país) quién opine sobre este tema. Mas me va a repugnar que sea un hombre, el Jefe del Estado o del Gobierno, quien firme esa futura ley, que lo será.

Hasta ahí la queja para desenmascarar un debate viciado desde el principio, y ahora la solución:

¿Para cuando un debate sobre el cuerpo de los hombres? ¿Por qué no hablar con datos encima de la mesa (lo digo en serio) sobre la pobre calidad del semen de los hombres de este país y de Europa que es una de las principales razones por las cuales baja la natalidad?

¿Por qué no hablamos de la sedentaria y cutre forma de vida de la mayoría de los hombres (heteros, blancos, en edad de procrear, y que se les supone una vida sexualmente activa) que es la que hace que las mujeres, sin duda en un alarde de inteligencia infinita, prefieran cada vez mas tener hijos en solitario? Gestar, parir y educar a sus hijos sin la intervención del paleto de turno nos salvará de muchos telediarios de pena en el futuro, háganme caso.

Y sobre todo ¿Por qué no, desde las organizaciones de izquierda, de forma científica, empezamos a proponer soluciones médicas, psicológicas y farmacéuticas, a la cantidad ingente de problemas que padecen los "dueños" de la agenda que debe seguir el cuerpo de las mujeres?

Cuando JSE y con ella, otras organizaciones de izquierda, encaminen el debate a las cuestiones de fondo y no a un debate superficial, quizá nos ahorraremos episodios vergonzosos, como lo fue la votación de este tema en el Congreso del PSOE, como lo fue la intervención de Carmen Calvo en el Congreso de JSE, o como las amenazas a un militante por la igualdad como lo es Mariano Beltrán, entre otros muchos.

A mis compañeras y compañeros, siempre les he deseado las mayores fortunas, y siempre les he exigido ver mas allá. Sin duda lo harán, nunca me han defraudado.

Besos.      

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