lunes, 7 de mayo de 2012

Crónica de una muerte anunciada

La última barrabasada del Partido Popular es finiquitar el Consejo de la Juventud de la Región de Murcia.

La cadena de despropósitos comienza cuando las asociaciones de jóvenes le dicen a la cara y en votación democrática que ya no van a controlar más un organismo que, desde hace muchos años había sido uno de los pocos independientes al casi hegemónico poder del PP.

Por 4 veces, Nuevas Generaciones del PP, perdió en su intento de hacerse con la Presidencia del organismo que coordina las políticas de juventud y por 4 veces, la bronca a los cachorros de los conservadores fue monumental.

Ya en su día, cuando a la 3ª el candidato "azul" perdió por 3 votos, advirtieron que lo que no ganaban en las urnas lo ganarían con una ley. Y así fue. Cómo no podían controlarlo, lo mataron.

Año 2007, el PP en solitario, y con la opinión en contra de la práctica totalidad del tejido asociativo juvenil, aprueba en el parlamento regional una ley de juventud infumable que su presentadora, Verónica López (luego Directora General de Juventud) calificaba de inédita. Inédito fue como las asociaciones se manifestaban en la puerta del parlamento, pancarta en mano, diciéndole que con ellos no contara.

La ley, en la práctica, vaciaba de funciones a la institución, sustituyendo su carácter de servicio público por el de mero consejero de turno, dejándola a la suerte de las mareas de un organismo que, sin funciones legales eficientes, lo más lógico pasado un tiempo es eliminar.

Nos situamos en el año 2009 y llegan los recortes, (les suena?) dejando en peligro la sostenibilidad de la plantilla del Consejo (equiparables a funcionarios públicos, pero sin ese estatus legal) y por último será, estamos a semanas/meses vista, cerrar la persiana.

Estos son los grandes logros del PP en materia de juventud. Cargarse con menos tinta que un boli el asociacionismo juvenil de la Región de Murcia, dejando sin el mejor laboratorio de experiencias a una tierra que como todos sabemos, va sobrada de genios.

Visión de futuro no les falta, ahora lo que es vergüenza, eso es harina de otro costal.