domingo, 19 de marzo de 2017

¿Primarias?

El que durante toda mi vida de participación en la sociedad civil haya llamado a las cosas por su nombre explica, junto con un carácter difícil de encajar, que no me hayan salido excesivas ni excelsas amistades en la formación a la que pertenezco hace más de 20 años.

Los procesos de elección de la Secretaría General del PSOE, generaron en el año 2000 un torrente de ilusión entre la militancia del que ya nadie nos ha podido despojar. Esa ilusión se transformó, como en todas las plataformas de participación, en un crecimiento exponencial que se pudo aprovechar hasta poco más del 2004. Para corroborar este dato por vuestra cuenta, sólo hay que revisar los datos de afiliación, número de actos y presencia en coordinadoras estatales en esas fechas. 

Las primarias, son un proceso complejo a través del cual se depura la responsabilidad colectiva del propio partido y se deja en manos de la sociedad civil en su conjunto, la legitimidad de aquellas elegidas finalmente para ostentar esa responsabilidad. No sólo existen primarias de candidatos, también las hay de propuestas y programas, a esas, en el mundo civilizado las llamamos referendums, pero no voy a liaros mucho con esta parte de la lógica de la participación.

No es un sistema de primarias aquel que resuelve que únicamente los miembros de esa plataforma (o sus miembros más quiénes paguen de alguna forma por votar) pueden elegir a sus representantes. Este sistema, que se puede llamar como cada cual quiera, es otra forma más de retrasar en el tiempo, o directamente de anular, la voluntad última de la ciudadanía, que veremos en último término expresado en las urnas de unos comicios al parlamento, al ayuntamiento, etc. 

En esa expresión la sanción será mas dura. Porque ni en la elección de líderes, ni en la de propuestas y programas, se ha dado una vinculación directa a la ciudadanía que refrendará, o no, a los mismos en las citadas elecciones.

Explicado, creo que de manera suficiente este aspecto, os anuncio que volveré a programar este proceso como lo hice con los anteriores. Mi voto será el de mi entorno más cercano, que elegirá entre las 3 candidaturas a la Secretaría General del PSOE en las conversaciones y mensajes que cruzaré con amistades y familia.

Como curiosidad ya os digo que gustarme, lo que se dice gustarme, no me gusta ninguno de los 3. Y hay sobradas razones para ello. No me gusta que Susana Díaz esté en dos sitios al mismo tiempo, nunca me gustó la gestión pública de Patxi López y tampoco voté en las anteriores a Pedro López. Esto, que no son ganas de quejarme, es la constatación de que no encuentro en ninguno de los 3 la propuesta de futuro. Esa propuesta que nos sitúe 10 o 20 años por delante, en la vanguardia de la sociedad, en el sitio dónde debemos estar. 

Sobre capítulos pasados de este proceso de liderazgo en el PSOE no hice mención en su momento, tampoco lo haré ahora, porque ninguno de los equipos de estos 3 candidatos pensó tampoco que sentíamos "las bases" cuando jugaban a arreglar el partido, la gobernación del país, o lo que sea que se les pasara por la cabeza. Seguimos esperando pues, y yo lo hago, la propuesta del futuro, porque estas 3 candidaturas siguen siendo, al menos por ahora, del siglo 20. Pasen y vean.

viernes, 3 de marzo de 2017

Actividad

Todos hemos evolucionado con las redes sociales, cambiado, alterado y mudado nuestras capacidades de comunicación. En esa alteración, de la que yo me siento partícipe de primera línea, he descubierto las capacidades de Instagram como las más cercanas a mi forma de expresarme.

Cómo ya hicieran mis amistades cercanas, he considerado que Facebook se ha convertido en un nido de anuncios comerciales y como ya sabéis, nunca he sido partidario de la publicidad invasiva. Twitter me sigue siendo útil, aunque en menor medida porque su velocidad te hace estar completamente pendiente si realmente le quieres sacar partido.

Así es que he llegado al término de enlazar estas dos últimas, por no eliminarlas, a mi actividad en Instagram. De esta forma seguiré conectado a las redes a mi propio ritmo, sin perder total contacto con aquellas personas que sólo mantienen FB y TW.

Haré cambios en diseños y formas de comunicar, pero seguiré siendo yo. Esta entrada que me sirva para recordar que escribir me hace bien y para deciros a quiénes me leéis, que os quiero, sea en la red y la lengua que sea.