sábado, 20 de febrero de 2010

Dice Wyoming

A finales de los años noventa hubo un acto multitudinario en homenaje a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA. En él, Raimon y José Sacristán fueron abucheados durante su intervención por una parte del distinguido público que dejaba clara una cuestión: “No queremos rojos aquí”. Más bochornosa que la actitud de ese público fue lo que manifestaron los líderes de nuestro democrático centro, anfitriones del evento, al apelar a la libertad de expresión para justificar la reacción visceral de sus afines e incondicionales votantes, sin tener en cuenta la naturaleza de la convocatoria. Se barruntaba lo que hoy es un hecho vergonzoso: la utilización de la sangre de las víctimas del terrorismo como arma arrojadiza contra el rival.

Sin embargo, el señor Aznar, que defendía eso de la libertad de expresión del disidente, tornó en llamar “perros que ladran su rencor por las esquinas” a los que se manifestaban más tarde contra la declaración de guerra a Irak y las consecuencias del hundimiento del Prestige. Siendo presidente fue declarado persona non grata por la Universidad Autónoma de Barcelona porque la policía apaleó brutalmente a estudiantes que protestaban por su visita. Algo hemos mejorado. Hace un par de días se tuvo que conformar con sacar el famoso dedo a los estudiantes que protestaban en Oviedo: no podía machacarles. Ya no corre la sangre por el campus. Para ser el líder ideológico de su partido como presidente de la FAES, no está nada mal. Su colega rubia que llama “hijos de puta” a los compañeros de partido que considera rivales estará encantada. Sus hagiógrafos y votantes, también. Marca un estilo, lo que se llama una tendencia. Hacia allí nos llevan.


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Wyoming en Público.es

miércoles, 17 de febrero de 2010

Descojónate, paga el chache

No es por nada, pero en una Región donde la mayor parte de los cargos públicos de primera línea están siendo investigados o ya están imputados, suena a chiste de mal gusto que te digan que el presidente es líder y no cacique.

Lo es cuando los planes de estudio del mayor chiringo universitario son de risa, cuando le damos 50 mil chapas al colega por montarnos un vídeo, cuando generalamente se queda con la mayoría de las concesiones de obra porque son colegas... etc.

Hay una cosa que siempre me ha quemado la sangre, el compadreo barato. El compadreo barato es fruto de esa displicencia paternalista que rezuma un pestazo a puro muy cercano a la más profunda aversión al que no se somete. O conmigo o contra mí y si es contra mí el precio es la aniquilación total, el destierro o el ninguneo.

Hay pequeñas filtraciones de este idílico poder absoluto, que se abren más o menos dependiendo de como funcionen las inversiones publicitarias (o favores profesionales) en medios regionales, pero no suficientes para destapar del todo JOVEN FUTURA, TRAMPOLIN HILLS, POLARIS WOLRD, LA ZERRICHERA O PUERTO MAYOR.

Pero a cambio tenemos BUM, SOS, ALTER (sic), DOMINÓ, así es que no nos quejemos. En esta institución, hora va siendo de decírlo, las decisiones políticas de altura son del mismo nivel que los tratos que se cierran con chatos de vino en una taberna de mala muerte, en una boutique de la calle sociedad o en un "after-hours", dependiendo de la consejería.

Pero que no pasa nada eh?, el gobierno regional ya no tiene crédito bancario pero sí capacidad de deuda pública. Menos mal que Ana Botella, reconocida líder del movimiento internacional contra la pobreza, nos ofrecerá la conferencia inaugural de las Jornadas de Caridad y Voluntariado de la UCAM.

Ahí nos llegará la luz... y nos quedaremos ciegos del todo.

jueves, 11 de febrero de 2010

Dice Vicent

Un mensaje que se está promoviendo ampliamente en medios liberales es que la economía española es escasamente eficiente y muy poco competitiva, y ello como resultado de las supuestas rigideces de su mercado de trabajo y del excesivo gasto público.

Uno de los centros que han promovido más este mensaje es el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, citado frecuentemente como el Vaticano del pensamiento liberal. Uno de sus informes, Global Competitiveness Report 2009-2010 (en el que analiza la competitividad de los países del mundo), sitúa a España en términos muy desfavorables, por debajo de países del tercer e incluso del cuarto mundo. Y como era de esperar, el coordinador del estudio, Xavier Sala i Martín, ha sido ampliamente entrevistado por los medios de información de mayor difusión del país
(la mayoría de los cuales son de persuasión liberal), proveyendo las cajas de resonancia a tal mensaje.


Un análisis riguroso de tal informe cuestiona, sin embargo, la validez del estudio, así como sus conclusiones. En primer lugar, el estudio no se basa, en su mayoría, en un análisis que utilice datos objetivos sobre los cuales construir el informe y alcanzar sus conclusiones. El estudio es primordialmente una encuesta de opinión en la que, en cada país, se pregunta a una institución próxima al mundo empresarial (con orientación liberal, en la mayoría de países) su opinión sobre una serie de preguntas que incluyen: “¿Cómo valora la percepción popular sobre el comportamiento ético de los políticos en su país?”, “¿cómo valora la contratación y el despido de trabajadores en su país?” o “¿cómo valora la disponibilidad de nuevas tecnologías?”, entre muchas otras.

La institución que responde a aquella pregunta pone un número en una escala, sin que exista, sin embargo, una homologación en el criterio que guíe las respuestas. De esta manera, se abre el estudio a toda una serie de subjetividades. En algunos países, la institución que responde a las preguntas es muy crítica sobre la situación en su propio país, mientras que en otros lo es muy poco. Esta subjetividad, sin intento de homologación de criterios, es lo que caracteriza el estudio.

Esto lleva a resultados que son, como mínimo, sorprendentes (para expresarlo de una manera amable). Así, en la pregunta que se hace sobre corrupción en un país (“¿es práctica generalizada que se den fondos públicos a compañías o individuos como consecuencia de la corrupción?”), una dictadura como Qatar (que se ha convertido en el paraíso del mundo empresarial) aparece como uno de los países menos corruptos del mundo (en aquel país, la distribución de los recursos petrolíferos la hace el Gobierno entre miembros de la familia real), muy por encima de España. No hay duda de que hay corrupción en España. Pero poner una dictadura medieval como modelo de honestidad es poco creíble.

Otra valoración sorprendente es que Omán, otra dictadura feudal del Medio Oriente, sueño del mundo empresarial por la enorme riqueza petrolífera y por tener una fuerza de trabajo (la mayoría inmigrante) sin ningún derecho laboral, aparece como uno de los países que (según el contestador del cuestionario en aquel país) goza de mayor confianza popular respecto al comportamiento ético de sus políticos, muy por encima de un país democrático como España. Por lo visto, confianza popular quiere decir, para el que contesta la pregunta, confianza empresarial. En cuanto a “cómo considera usted la contratación y despido de los trabajadores”, España aparece a la cola, muy por debajo de Senegal. España, por cierto, se encuentra al mismo nivel que Senegal en el capítulo de “disponibilidad de nuevas tecnologías”.

En todos estos casos, lo único que muestra el informe es que la institución española (IESE, el centro de estudios empresariales que ha respondido por parte de España) es más crítica hacia su propio país que la institución de Senegal (Centre de Recherches Economiques Appliquées, Universidad de Dakar) o que la de Omán (The International Research Foundation) o que la de Qatar (Qatari Businessmen Association). Pero en ningún caso aportan datos que puedan compararse y que permitan llegar a conclusiones.
Me parece muy bien que las instituciones a las cuales se les pida su opinión sobre la situación en su país la den. Nada censurable en ello. IESE contestó acentuando el aspecto crítico y me parece muy bien. Pero me parece muy mal, y refleja una enorme falta de rigor (que da pie a todo tipo de manipulación), que el equipo coordinador ponga todas estas respuestas juntas, se amalgamen en un indicador y se produzca entonces una lista de países según su nivel de competitividad. En realidad, lo único que puede deducirse del informe Davos es que la agencia de Senegal que llena el cuestionario es menos crítica hacia su país de lo que es IESE hacia España.

El informe mide distintos niveles de subjetividad. Pero nada más. Construir toda una serie de conclusiones sobre ello es no sólo frívolo, sino profundamente erróneo. Lo cual es fácilmente demostrable cuando se contrasta con datos objetivos. En el capítulo dedicado a la educación, cuando el informe Davos analiza la calidad educativa (en materias como matemáticas o ciencias), España aparece de nuevo a la cola (nº 99) junto con Kirguizistán.

Pero el informe PISA, mucho más imparcial que el informe Davos, al basarse en datos objetivos, muestra que Kirguizistán tiene el conocimiento en matemáticas y ciencias más bajo de la lista de países analizados, mientras que España está ligeramente por debajo del promedio de los países de la OCDE, el grupo de países más ricos del mundo. Es en base a este tipo de estudios que la cultura liberal de Davos está presentando una visión de España deliberadamente negativa a fin de presionar al Gobierno español para que haga los cambios que ella desea.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra y profesor de Políticas Públicas de The Johns Hopkins University

martes, 9 de febrero de 2010

Carta abierta

Estimado señor Presidente:

Hace unos 15 años que usted gobierna en la Región de Murcia, mi tierra y la de más de un millón de ciudadanos. En este tiempo, es mi parecer, ha tenido usted tiempo más que de sobra para estar preparado ante un pequeño cuestionario que me gustaría plantearle.

En este tiempo no he podido observar que cualquiera de mis preocupaciones como ciudadano se hayan despejado.

No hay más parques naturales, ni más costa protegida, ni más inversión en los bosques. No tenemos más servicios sociales y ahora hay más paro que cuando usted llegó al gobierno. El transporte público es más caro y no es más nuevo, ni mejor. No han bajado los problemas en la sanidad y los de educación pública siguen en aumento. Ahora los jóvenes tardan más en encontrar un empleo y el doble de tiempo en emanciparse, la alta tasa de contratación temporal es una de las más agudas de la nación. No consigo tampoco entender como no se ha aprobado a nivel regional una ley de parejas, siendo uno de los pocos territorios que carece de ella, o que la cultura popular y el deporte de base sigan brillando por su ausencia.

Dígame señor Valcárcel, ¿de verdad se presenta usted otra vez para otros 4 años? ¿serán entonces estos 4 años en los que va a dar solución a toda esta lista de preocupaciones?

Sinceramente señor Valcárcel, espero que no esté usted ni su partido ni un día más en el gobierno de mi tierra, y que por humildad, y por propia regeneración democrática, el pueblo, dentro de un año haga que sean otros los que dirijan la política de esta región que tanta falta tiene de soluciones.

Nos hace falta más renta, menos impuestos de todo tipo, más trabajo estable, menos ladrillo y más calidad y formación. Más recursos para la Universidad Pública y menos favores a la privada, más hospitales y centros sanitarios públicos y menos viajes al extrangero ruso, señor Valcárcel, nos hace falta que se vayan de una vez porque se han convertido en un tapón que no deja progresar a los demás, en una barrera que solo deja pasar a los que se parecen a usted.

Un año, señor Valcárcel, no más.

Atentamente.

Julio López Guillén.

viernes, 5 de febrero de 2010

Un país vivo

Un hipocrata (ahora hipócrita castellanizado) era en la antigua grecia un actor llamado a hacer uno de sus mejores papeles, como casi todos, los que debía representar en escena bajo la peculiaridad de la máscara que le dotaba la obra. Una tragedia, una comedia... no las que conocemos ahora (más aún cuando el Teatro Romea sigue cerrado y su presupuesto de reforma disparado) pero sí muy en la cuerda de narrar epopeyas líricas, como las que se inventa el Partido Popular.

Sus ministros de Información y Turismo (sic) han salido en tromba para salvar unas pensiones que ellos fiscalizaron en el año 97, elevando de 8 a 15 años el período de cotización; pidiendo elecciones anticipadas y mociones de censura atrayendo los fantasmas del España se rompe, el barco se hunde, nos vamos todos a la cuneta... Malos actores en una obra sin guión.

Hay algo que distingue a un buen político de uno que solo sabe zurzir, el sentido de estado y el respeto a las instituciones. Salía Gonzalez-Pons tirándole al Presidente del Gobierno por no estar presente en un funeral que, con todos los respetos al fallecido y a la familia, no gana en nada que ZP estuviera allí. Pensaría Gonzalez-Pons en el voto latino de las próximas municipales cuando colocó en primera fila a Rajoy... una vergüenza. Pero vergonzante actitud de quién nos tiene acostumbrados a usar a los muertos como arma electoral (política antiterrorista, JAK-42, 11-M) la sangre tira... es un hecho.

El CIS lo decía claro ayer, el Gobierno baja por la crisis económica pero no se cuestionan sus políticas, sólo que no den frutos antes. En cambio el PP baja por infumable, sus líderes se desploman y nadie ha leído ni una sola línea de propuestas concretas sobre como salvar los muebles... malos actores.

A las generales le quedan 2 años enteros, porque ni habrá anticipo ni cambio de Presidente, no es la solución y cualquier medio avispado lo sabe y si no, al tiempo. Pero si hay cosas que se deben seguir haciendo, librarse del lastre del ladrillo ocupando su espacio por la productiva investigación, innovación y desarrollo tecnológico de un país que es puntero en:

Energía renovables, turismo, gastronomía, clima, sistema de bienestar (educación, sanidad, pensiones y dependencia), derechos civiles, investigación médico-farmaceútica, moda, idioma, arte, construcciones civiles, equipamiento militar y sector aero-espacial, sector bancario y así hasta una veintena más de segmentos económicos de primer nivel. Con la adición además de un espíritu emprendedor que ya lo quisieran otros que no tienen el ímpeto de carácter de nuestra cultura (no es tontería, lo dice la OCDE).

No me van a convencer ni adormecer los agoreros y serviles, ni los poderosos ni sus correas, conmigo no, con la mayoría tampoco. Con su pan se coman los vaticinios de desastre.

Estoy por un gran país, vanguardista y con ganas de salir adelante. Estoy por un país vivo.

martes, 2 de febrero de 2010

Internet es libre

Tan solo había que echar mano de la hemeroteca o de los recuerdos de la viva historia para darse cuenta que cualquiera de los cambios que han mejorado nuestra sociedad han sido pausados, lentos, los que calan como la lluvia fina y persistente. Desde los derechos civiles a los electrodomésticos pasando por las tendencias artísticas o la misma moda...¿Dije cualquiera?

Craso error, hay un cambio que nos ha afectado a todos, a la civilización, a la aldea global, a este mundo que por primera vez en su historia está intercomunicado sin aranceles ni barreras, porque hay un bichito, una herramienta que nos permite llegar de un punto a otro del globo sin necesidad de pedir permiso.

Internet, la red de redes, es el invento de los últimos 100 años que más nos ha cambiado la vida. La evidencia tiene peso específico. Negarlo o discutirlo sería estúpido como el que negaba ver al elefante rosa dentro de su garaje. Ni tiene igual ni procede buscarle cosquillas.

Como todos los inventos que nos mejoran la vida, internet tiene dos primos que van con él a todas partes. Su efecto democratizador y su relación con el poder.

EL primero de ellos, como el de todos los inventos, no sólo nos ha hecho la vida más fácil como decía sino que además nos ha equilibrado, nos iguala, nos permite medirnos como pares en una sociedad en constante conflicto, cualquier cosa que produzca este efecto elimina tópicos absurdos y desvela un poco más la verdadera naturaleza del ser humano y nos hace un poco mejores.

El segundo, el intento del poder por evitarlo, suicidarlo, acotarlo o restringirlo es el que viene inmediatamente después. Pasó lo mismo con la luz eléctrica, con el voto de los inmigrantes y si me apuras hasta con la fregona.

A estas lindes es a las que acudimos en estas fechas. Al intento del poder, de los lobbys, las empresas, los distribuidores y los gobiernos por acotar algo que no se puede acotar. Internet es libre, para verlo dónde ellos quieren debieran habérselo cargado en el momento de nacer, pero (oh ciegos), lo dejaron crecer y ahora no se puede parar.

No sé cuantas leyes nacerán en nuestro occidentalizada sociedad para restringir las libertades adquiridas por derecho propio, sí sé que todas ellas acabarán más pronto que tarde en el cubo de la basura con destino a la planta de reciclaje (otro buen invento).

Lo diré más claro, pero no más alto. Si alquien pretende que por declarar ilegal los besos nos dejaremos de besar perderá la razón, el tiempo, la oportunidad de mejorar y el poder.