sábado, 23 de mayo de 2009

Preparad@s, List@s... YAAAA!

Y comenzó la campaña electoral, una que se avecina mucho más que interesante por dos variables inexcusablemente de actualidad.

1º- La composición del Parlamento Europeo dispondrá los caminos que la UE seguirá en los derrochados tiempos que nos ha tocado pasar y ahí, es donde la izquierda ha de hacer su principal esfuerzo. En la movilización de sus bases y electorado para que la mayoría de la Eurocámara sea proclive a que la factura no la paguen los obreros, sino quien hizo el gasto, los poderosos.

2º- Por el traslado a la realidad estatal de las directrices europeas, a las que el PP no ha hecho caso en la vida. Europa siempre ha significado más desarrollo en todas las esferas y eso no gusta mucho en las filas conservadoras... lo de que los pobres dejen de serlo... ya saben... eso pica.

En cualquier caso nos toca, una vez más, a los que creemos en una ciudadanía activa, dar la batalla por las libertades y por el control del mercado de forma que el empleo y la investigación sean los puntales de esta nueva etapa.

El tratado de Lisboa está a punto de culminarse y junto con la presidencia española de la UE, los socialistas tendremos la oportunidad de oro de demostrar una vez más como se hacen las cosas desde la clase trabajadora.

En beneficio de tod@s... este partido se juega en Europa.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Son los de siempre

Antonio Basagoiti, uno de esos conservadores ponderados, que sin renunciar a sus intereses políticos sabe el lugar que ocupa y además lo asume de forma pública, decía no hace ni un mes que cuando la mitad de los políticos de Euskadi llevan escolta y se juegan la vida por realizar un servicio público resulta del todo deplorable que otros fuera de allí se forren por ese mismo servicio.

Se refería al entremado de facturas falsas que de aquí a un tiempo atrás inundan las sedes del PP en Madrid, Valencia y Murcia. No cabe más que estar de acuerdo con él, simplemente deplorable.

En Reino Unido no se han andado con chiquitas, una vez destapado el escándalo se han puesto a exigir responsabilidades y a rodar cabezas, una detrás de otra y sin contemplaciones. Nosotros, que somos tan europeos nos esperaremos a que se pronuncie el Tribunal de Estrasburgo... por lo menos.

Luego se queja la clase política de que la población en general y l@s jóvenes en particular pasen hasta el culo de los partidos y se centren en otras formas de participación social hasta el punto de que estos partidos cada vez más adolecen de renovación de gentes, ideas y formas.

Podemos tomar nota y actuar conforme a las buenas prácticas o seguir relativizando y perder el tiempo. Perder el tiempo, en este caso significa perder generaciones llenas de intensidad... puede servir como reflexión, que tampoco quiero yo molestar a nadie.

martes, 19 de mayo de 2009

No te salves

No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca.
.
No te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
.
Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el jubilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo


Mario Benedetti. DEP.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Manuel Rico dice:

El principal elogio que puede hacerse del último libro firmado por José María Aznar es que resulta de fácil lectura. Un feliz acontecimiento producto de dos factores. Primero: el lenguaje en que está escrito, que combina el tono de bloguero primerizo cuando habla del Gobierno socialista con la grisura de unos apuntes universitarios en las páginas dedicadas a explicar la crisis mundial y las bondades (infinitas) de las políticas económicas que Él puso en práctica en España. Segundo: la falta de cualquier idea original, de cualquier propuesta que no haya sido manoseada por los conservadores del planeta durante las últimas tres décadas, lo que ahorra al lector todo esfuerzo intelectual.

Son unos folios que ha podido escribir perfectamente Aznar, pero también el último becario aterrizado en Faes. Llamarle ensayo sería un verdadero atrevimiento; difícilmente llega a cuento corto. Circunstancia esta que obliga a realizar un segundo elogio de España puede salir de la crisis: sus 202 páginas con letras (hay otras 17 felizmente en blanco) se leen en 120 minutos.

Sería injusto, en todo caso, detallar sólo los elogios. El libro tiene también serios defectos, entre los que sobresale esa inclinación aznariana hacia la mentira o la manipulación. Hay falsedades groseras, que insultan a la inteligencia del lector, por ejemplo cuando el autor afirma que los socialistas españoles han prohibido por ley los contratos temporales (página 101). Hay mentiras evidentes, como sostener que la presión fiscal en España “ha subido más de tres puntos del PIB” desde 2004 (pág. 103), cuando en realidad ha caído en 2008 al nivel más bajo en 13 años. Hay manipulaciones descaradas, como escribir que se ha producido un “desplome de la inversión extranjera en nuestro país” desde que gobierna Zapatero (pág. 110), cuando el gran recorte de la inversión extranjera se produjo precisamente durante la segunda legislatura del PP –pasó de 40.700 millones de euros anuales en 2000 a tan solo 22.700 en 2003–, mientras que en 2008 registró un máximo histórico de 43.967 millones. Y así se podría seguir poniendo un ejemplo tras otro.

Es probable que este cúmulo de manipulaciones no escandalice al lector. Si alguien tiene el descaro moral de mentir a los españoles sobre la autoría del mayor atentado terrorista de la historia de España, con los cadáveres aún calientes, ¿qué no hará con algunos datos económicos? ¿Acaso va a tener pudor con las estadísticas o las tratará a martillazos hasta que encajen en la tesis de su librito? Pero Aznar, hay que reconocerlo, siempre logra sorprender. Siempre llega un poco más lejos de lo que imaginan el resto de los mortales. Así que no contento con sembrar la obra de falsedades, el presidente de honor del PP decide entregarse a un ejercicio de exhibicionismo intelectual. Y su desnudez causa enorme sonrojo.

Politización de instituciones

Sonrojo provoca que Aznar acuse al Gobierno socialista de “la politización de instituciones supuestamente independientes” como la CNMV (pág.108), él, que llevó a dicho organismo a sus cotas más altas de desprestigio con el caso Gescartera. Sonrojo provoca leer recomendaciones de “austeridad” (pág. 168) en boca del organizador del bodorrio del Escorial, con tan ilustres invitados como Paco Correa o El Bigotes. Sonrojo provoca que todo un conferenciante internacional defienda simplismos del tipo “más empleo público significa menos empleo en el sector privado” (pág. 158), ya que debería saber que en España hay ahora seis millones más de personas trabajando que hace una década y de ellos sólo 700.000 son funcionarios. Sonrojo provoca que el político que cebó sin descanso la burbuja inmobiliaria asegure que su Gobierno buscó “abaratar a medio y largo plazo el precio de la vivienda” (pág. 95), cuando el precio medio del metro cuadrado de un piso en España se disparó desde los 694 euros en 1996 hasta los 1.618 euros en 2004.

La lógica ‘aznariana’

El clímax de la obra se produce, sin embargo, cuando Aznar intenta culpar al Estado de los desmanes del capitalismo salvaje que han llevado a la actual crisis económica mundial. Argumenta el autor, por ejemplo, que existía regulación para controlar las hipotecas basuras, “pero era mala. Y quienes aprobaron esas reglas defectuosas fueron los Estados. De nuevo, lo que aquí hubo es un fallo del Estado” (pág. 58). Y la misma lógica aplica a los bancos centrales, a las quebradas agencias hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae o a los supervisores financieros. Pero resulta que “los Estados” no aprueban ninguna norma defectuosa, porque aún no se ha visto a ningún Estado entrando de traje y corbata a una sesión parlamentaria para apretar el botón de voto en el escaño. Las leyes las aprueban gobernantes concretos y, en el caso que nos ocupa, quienes se encargaron de eliminar regulaciones y relajar la supervisión en nombre de la sacrosanta libertad de mercado fueron los políticos neoconservadores amigos de Aznar.

Hay en el libro, en fin, algunas paginas dedicadas a desgranar una “nueva Agenda Nacional de Reformas” cuya puesta en práctica devolvería a España a los años de esplendor en que su presidente se fotografiaba en las Azores con el emperador y declaraba guerras ilegales. Unas recetas archiconocidas: abaratar el despido, impedir a toda costa que suba el salario mínimo interprofesional puesto que esos 624 euros mensuales provocan en el empresario un insuperable temor a la contratación, mejorar un sistema educativo que era espléndido hace cinco años y que ahora es penoso, una nueva oleada de privatizaciones y, sobre todo, “más España”.

Regresemos al inicio, a las bondades del opúsculo. Quien logre leer entero el libro, descubrirá una tercera ventaja: el ego del personaje es tan inmenso (no cita ni a uno de sus colaboradores en el Gobierno), sus falsedades son tan obvias, su maniqueísmo es tan brutal, que la obrita se puede leer en clave de humor. Son unas novísimas crónicas marcianas.

Por lo disparatado, España puede salir de la crisis quizá lleve al lector a recordar una película que tuvo cierto éxito hace un par de años: Borat. Si uno observa alguna foto donde el político del PP luce mostacho poblado, incluso es posible encontrar cierto parecido físico entre ambos, entre el actor Sacha Baron Cohen y el escritor José María Aznar. He ahí una conclusión iluminadora: Aznar, el Borat de las letras españolas.

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publicado hoy en Público.

domingo, 10 de mayo de 2009

Sostiene Pereira

Mi padre, hombre curtido, hecho a sí mismo, currante a más no poder, que luchó junto con mi madre por sus ideas, su casa y su familia, sostenía tras ver un aparatoso accidente que de seguro los ocupantes del vehículo eran jóvenes y que iban de todo hasta las cejas. "Piensa mal y acertarás" que se dice en esta tierra.

Afortunadamente no eran, sino SON, jóvenes los que iban en el coche siniestrado, ya que ha sido mas el susto que cualquier otra cosa. Que no se asuste nadie, pero incluso rezé para que así fuera mientras nos acercabamos al sitio en cuestión.

Lo importante, después del alivio, no es otra cosa que la percepción sobre la edad que tienen las generaciones anteriores a la nuestra. Y no es buena... pero nada buena.

Por una parte nos encontramos con la indiscutible voluntad de lucha de quiénes, realmente, tuvieron que currárselo para que tú (jipi de mierda) pudieras hacer cosas tan entretenidas como leer este blog... y que yo (flipao de la vida) pudiera escribirlo. Por tanto, en cierta forma, son ellos los garantes de las libertades de las que ahora disfrutamos.

Por otra parte también son ellos (nuestros viejos) los que san dejao la piel de curritos, por lo que no deja de ser cuanto menos comprensible que piensen que saben aprovechar mejor el tiempo, que no digo yo que no sea verdad.

La edad es un valor, algunos pensamos que positivo, otros reniegan de ella como si fuera el origen de todos los males. Sabiendo guardar las distancias entre un padre protector y un viejo amargado he de sentirme afortunado por haberme tocao en la loto el primero de ellos.

Pero hablando del tiempo y de las edades, cuando hemos llegado a casa de mi abuela, ella, Carmen Pereira (socialista, roja, republicana, pero no judía ni masona), me ha soltado una de las verdades más grandes del mundo, que la enlazo con el discurso paterno: "Mis 85 años es lo único que la gente no quiere de mí".

Dadle una vuelta.

jueves, 7 de mayo de 2009

Reformas

Hartito que me tienen unos y otros a base de llenarse la boca y no decir nada sobre la manida crisis, com si fuera la primera que hemos levantao o como si fuera la única que nos tocará pasar. Ya advertí hace algunas entradas que serán las amas de casa (las mamis y las abuelas) las que nos saquen de aquí, de eso puede estar el navegante seguro.

Lo cierto es que por el momento, el único que está dando recetas claras para afrontar este difícil período es el Gobierno Socialista. Antes Solbes y ahora Salgado son los que dan la cara y con total transparencia abordan los datos, la mayoría de veces crudas realidades de muchísimas familias en todo el país.

Las medidas, para todos correctas pero insuficientes, son según Salgado hoy en rueda de prensa para "parar el golpe". Después de las mismas viene el cambio estructural que todos pedían. Pero el cambio estructural no vendrá de la reforma del mercado de trabajo (es decir, de bajar las prestaciones sociales o los sueldos) sino del modelo productivo.

Puesto que está claro que no podemos trabajar 16 horas al día (lo siento Montoro) ni darle una patada en el culo a un obrero para que se largue de la fábrica para reducir costes (lo siento señor Ferrán) lo que conviene es hacer lo que ya están haciendo desde hace años las empresas responsables en este país, con ayuda de las administraciones públicas, invertir en calidad... usease... en i+d+i.

Esto no viene a ser otra cosa que si los chinos nos hacen un zapato con dos cuerdas y un trozo trapo... nosotros debemos hacer ese zapato con muchas más cosas que ofrezcan al consumidor la garantía de que el pie no se le va a pudrir por meterlo en el zapato chino (hay casos). Y así con todos los sectores, a excepción de dos: Turismo y Construcción.

El sector turista debe, inapelablemente, dirigirse a una mayor estacionalidad y estabilidad, son cerca de dos millones de puestos de trabajo los que vuelan y desaperecen entre Junio y Septiembre (ayyyyy esos camareros que salen de las facultades!!!! ). Y esto conlleva evidentemente la especialización... porque, queridos míos, no somos el único pais del mundo con playa (aunque en ningun otro sitio tienen paella, zarangollo o pisto). Esa especialización ha de ser del valor añadido, a+d+i, y el valor añadido es la cultura.

En cuanto a la construcción... mira que me estoy acordando de los mejores años del PP cuando en Murcia había más inmobiliarias que bares... en cuanto a la construcción decía, cabe reordenar el mercado a través de la legislación (y que se cumpla) en palabras del Secretario General de CCOO que se deje de contratar (empresarios tramposillos) con fraude de ley. Eso y que todos entedamos que, por ejemplo, en las costas del mediterraneo y el levante... NO CABE UN PUTO PISO MAS, ok?

Esto no significa que no quepa más gente, sí, caber caben, en los mismos pisos que se hacen pero que no se venden, cerca de un millón de ellos, nuevecicos... a estrenar.

Y hablando de masificación... los amigos del PP siguen llenando los calabozos, pero no dimite ni uno eh?... pero ni uno... que aguante, que porte, que vehemencia tiene esta gente pa' quedarse donde está, por algo son conservadores, con tal del conservar el sueldo y los favores son capaces de negar a cristo 3 veces antes de que cante el gallo.