Por si fueran pocas nos ha llegado otra alerta y esta vez, es obligatorio poner más que atención, porque se trata de una cuestión de libertades, así de simple. El caso de Julian Assange es mucho más que una cuestión de extradición sí o extradición no. Se trata de un caso de libertades fundamentales.
Desde el primer país interesado en juzgarlo, Estados Unidos de América, se tiene por sacro santo la obligación de los poderes públicos y los que no lo son la transparencia en la gestión. Legislación bien asentada en la jurisprudencia norteamericana tiene como primer mandato que los poderes públicos han de ser máximos garantes de que la información fluya, sin más requisito que el hecho propio de estar en el ejercicio del poder.
Cuestión de principios, que se suele llamar, y siendo así no podemos obviar la que denominó el propio Assange como "caza de brujas". No podría estar más deacuerdo con la expresión. Cuando las cosas no salen como uno quiere se buscan chivos expiatorios para echar la culpa de tu ineptitud a los demás, ejemplos en la historia tenemos todos los que queramos.
Sólo que ocurre que también, de vez en cuando, sale alguien a la palestra a decir "hasta aquí". Ahora ha sido otro país, otro gobierno, Ecuador. Y nos encontramos en el noticioso impas diplomático. Al tiempo, se recolverá con la libertad de Assange. De una u otra forma, sé que será así, porque de una y otra parte está puesta toda la carne en el asador y el bloque iberoamericano es mucho más compacto que EEUU y sus socios (de esto también hay muchos ejemplos).
Pero profundizando en el tema, creo, sinceramente, que estamos delante de una cuestión, comodecía, de principios, del derecho que tenemos como ciudadanos a saber "de cabo a rabo" qué hacen nuestros gobiernos y cómo, dónde y cúando lo hacen. Simplemente porque somos mejores, o aspiramos a ser mejores, que las pseudodemocracias, regímenes y otros "ensayo de Estado" que circulan por el mundo.
La libertad del señor Julian Assange y el trabajo que Wikileaks realiza son, en este mismo momento, la garantía de un mundo más transparente y en consecuencia, de un lugar mejor para vivir.
Quiero recordar ahora las palabras que iluminaron el escenario de inauguración de los JJOO de Londres, tan sólo hace unos días, cuando en conmemoración de la creación de Internet se podía leer en referencia al invento: ESTO ES PARA TODOS.
Pues eso, es bien sencillo, es simple: libertad.
