jueves, 22 de marzo de 2012

Huelga General, ¿España como Portugal?

Hoy he participado en la manifestación que la mayoría de los sindicatos portugueses habían convocado con motivo de la jornada de Huelga General en todo el país. El seguimiento de la misma, en términos globales ha sido muy desigual, tanto geográficamente como por sectores económicos.

Si bien los cinturones industriales han sido los más combativos, el interior ha permanecido casi impasible, como en otras ocasiones similares en las que las centrales sindicales llamaron a la movilización.

En el norte, donde resido, la mayoría de los trabajadores públicos ha secundado la convocatoria, no así el sector privado que en la práctica totalidad ha contínuado como si fuera una jornada normal de trabajo. Lamento profundamente la actitud de estos últimos, porque a ciencia cierta, son los más perjudicados por el encarecimiento de la vida y perciben, de forma errónea, que permanecer en sus puestos de trabajo en una jornada como hoy es darle carta blanca a quién, realmente, se aprovecha de su precaria situación.

La manifestación ha transcurridos sin incidentes reseñables, desde la Plaza de la Libertad hasta la sede de la Universidad de Oporto, donde hacia su aparición el primer ministro portugués, Passos Coelho, entre los silbidos de los manifestantes. Una prueba de que todavía no se han rendido, o al menos, no quieren parecer que lo han hecho.

Desde mi postura de observador extranjero tengo que deicr que he echado en falta más participación en la manifestación, motivos no les faltan, aun así, una digna representación cercana a las 2 mil personas, que durante el recorrido han ido sumando a muchos viandantes (al parecer, el recorrido era conocido y algunos esperaban simplemente que pasaran por sus calles, algo por otra parte muy portugués).

Estoy gratamente sorprendido de que todavía quede gente en Europa que siga luchando por las condiciones de vida de los que vamos detrás, es decir, de los que todavía no hemos accedido al mercado laboral (porque nos da pánico) y en esta lucha se están dejando la piel, tratando de parar el robo a manos llenas que la clase política consiente, permite y ejecuta con la falasa excusa del respaldo popular, que no tienen de ninguna de las maneras.

Reciente el aniversario de la Constitución de 1812 en España, en los prolegómenos de la Huelga General en mi país y viendo como se las gastan de primera mano los conservadores en sus presupuestos os mando un mensaje de advertencia a todos mis compatriotas. No espéreis a que el Partido Popular presente sus presupuestos, salid a la calle ahora, ya. Porque si se parecen lo más mínimo a lo que están haciendo aquí os podéis ir preparando para pasar hambre de verdad y no de forma metafórica.

Os podría contar como la brutal subida de impuestos en Portugal ha producido el cercenamiento de la independencia de los jóvenes, el abandono de las aulas de muchos universitarios que no pueden pagar sus matrículas, que la gente no llene el depósito del coche o sencillamente ni siquiera lo use, que compren la fruta por piezas, que paguen por ir al médico público, que el transporte haya duplicado el precio de su billete o que cada día más, haya colas de personas pidiendo una limosna en las puertas de los supermercados... limosna no de dinero, sino de comida.

Espero que el espíritu de rebeldía de mis compatriotas acuse este FRAUDE DE LEY que son las mal llamadas reformas, puesto que lo único que son es un atraco a mano armada al hacer que sean los únicos que no tienen culpa de nada, la ciudadanía, quién pague los excesos de especuladores, egoistas y cúmulo de ladrones que se llevaron el dinero ante la impávida reflexión de nuestras instituciones.

Llamo a la movilización activa, a la desobediencia civil y pacífica, a la toma del poder por parte de los ciudadanos, a la actitud crítica y diaria por construir un mundo mejor, más justo que no esté, como ahora, en manos de unos pocos que se aprovechan y disfrutan del dolor, sufrimiento y sacrificio de todos los demás.

sábado, 10 de marzo de 2012

Yo por Joaquín López Pagán

Un día entré en política de la mano del que sería después el mejor alcalde que ha tenido mi pueblo, La Unión.

Lo hice en la confianza de poder sentirme bien ayudando a los demás a tener una vida mejor. Fue la confianza lo que me llevó a dar ese paso que, de una forma u otra, ha cambiado mi vida.

Desde áquel primer encuentro con jóvenes socialistas de todas partes en el Aula Antonio Soler de la Universidad de Murcia a la Presidencia del Consejo de la Juventud de la Región de Murcia, pasando por el movimiento verde de Jóvenes por la Ecología o la militancia activa en el mayor referente en defensa de los derechos LGTB, todo ha sido como un viaje mágico que me ha hecho ser mejor persona porque mi compromiso con el servicio público se ha demostrado inquebrantable.

Son pues, mis cartas de presentación. Las que me han mantenido en este partido, abanderado de las libertades y garante del estado del bienestar. Es, y no podía ser de otra manera, mi aportación a un mundo más justo.

En la confianza a los demás, decía, está la base de la acción política, porque la política no es otra cosa que un ejercicio de confianza personal en quién piensas que debe estar ahí para mejorar las condiciones de vida de tus vecinos, de tus amigos, de tu familia, de este mundo que está tan loco y que a veces, ni siquiera sabe hacia donde camina.

Pocas veces me he mojado tan directamente como ahora, pero seamos sinceros, no estamos para ser en extremo equilibrados y prudentes. Llega el momento de ser apasionados y decidir que ahora, más que nunca, tenemos entre todos la responsabilidad de elegir a los mejores para frenar la acción de esta derecha que pretende cargárselo todo.

La izquierda política en nuestra sociedad está muy debilitada, los motivos los conocemos todos, pero una vez que ya hemos realizado el análisis no podemos quedarnos ahí, hay que dar un paso más. El de saltar al ruedo y dar la batalla para que nuestros conciudadanos no se queden mirando estupefactos cómo la derecha les vacía los bolsillos y lo que es peor, los corazones.

Hay otras formas de hacer las cosas y en esa profunda convicción acierto a ver que, con proyección de futuro, y por su fuerza y juventud está el papel que ha de jugar Joaquín López Pagán.

Sin deberle nada a nadie y siendo el único de los candidatos que es Diputado Regional, Joaquín se presenta a este congreso del PSRM con las credenciales de dinamismo que requerimos todos los socialistas de la Región de Murcia.

Kino, Yago, Joaquín o como cada cual lo llame, tiene el gesto sincero de quien se afilió al PSOE en la seguridad de que podíamos y debíamos ser alternativa a este Partido Popular que ha esquilmado nuestra tierra y la ha convertido en un parque de atracciones, sin identidad y sin sonrisa.

Uno que sabe de vencer en contiendas a la derecha, confiando en la renovación, las caras nuevas y la incombustible energía de los más jóvenes, apuesta por él.

Ahora tenemos entre todos la responsabilidad de empezar un nuevo camino, en un congreso con más de un candidato, lo que sin duda es un ejercicio de libertad y alabando la voluntad de todos los que se presentan, he de decir, que mi candidato es este murciano que disculpa con una sonrisa, comprende con una mirada y no conoce de rencores y prebendas.

Ayudémosle a trazar la línea que nos tiene que separar de estar arrinconados a estar en la vanguardia de nuestra Región. Tiene las manos libres, veámos qué es capaz de hacer.

viernes, 2 de marzo de 2012

El bosque desde fuera: Es sano sentir miedo

Intento ser una persona cómplice del momento que me ha tocado vivir. Por eso, en lugar de hablaros de los verdes paisajes de Portugal y de su acojedora forma de ser, prefiero hacerlo de otras cosas menos diarias, aunque para todo hay un rincón.

Llegué a Portugal cuando todavía el gobierno de Presidente Passos Coelho (que viene a significar "el comino del conejo" en la literalidad de los que no sabemos idiomas), no había metido la gran tijera que ahora os van a meter en España.

Hasta el mes de septiembre los portugueses vivían aún bajo el paraguas del Estado de Bienestar, esa bandera de la que Europa hace gala y que conforma su mejor carta de presentación. Y ahora no es así. También de forma literal, seas o no un experto en idiomas.

Ahora se cobra por todos los servicios sociales, incluída educación y sanidad, en algunos casos incluso independientemente del nivel de renta. Por poner un ejemplo colorido, si vas a urgencias del hospital te cobran 20 euros, los tengas o no.

La sensación generalizada es de vencimiento. Portugal es pues, un pueblo vencido. Orgullosos de su historia, de su patria y de sus tradiciones, los portugueses de a pie, que son cerca del 85% de la población, tienen un salario medio de poco más de 500 Euros trabajando 6 días a la semana cerca de 10 horas diarias. A eso hay que unirle que los precios son LOS MISMOS que en España. Saquen ustedes las cuentas, porque a mí no me salen.

La extrapolación de la realidad es inevitable, porque no puedes dejar de pensar en España y en lo que toca ahora, es decir, lo mismo que aquí.

Por eso, cuando veo las manifestaciones, las protestas y alguna salida de tono, no puedo dejar de alegrarme de que al menos, allí, no hayais perdido la esperanza de luchar por lo que nos pertenece.

Huyendo del falso discurso de que sólo queremos la vida cómoda, porque lo que tenemos nos lo hemos ganado a pulso, os animo a todos, a que salgais a la calle, a que no permitais este ROBO al que nos quieren someter, a que digais con voz bien alta que ni es justo ni es bueno.

Pienso en este punto que sentir miedo es algo natural, forma parte de la condición humana, y por tanto hasta cierto punto sano porque pone a punto tus reacciones y tus instintos, el truco está en controlarlo para que el propio miedo no te coma vivo. Desafiarlo y usarlo a tu favor es el reto.

No nos faltan ni argumentos ni compañía. Sólo espero que tengamos el tiempo suficiente para darle la vuelta a esta situación y que Europa y su clase política no termine de dimitir de sus obligaciones. El ejemplo de que puede ser así, lo tenemos en la no tan lejana Islandia.

Es pues, mensaje para navegantes.