sábado, 1 de noviembre de 2008

MARCO SCHWARTZ DICE:

En boca de Marco Schwartz, hoy en Público:


Si no se reconduce a tiempo, la ofensiva diplomática de Zapatero para acudir a la cumbre anticrisis del próximo día 15 seguirá alimentando debates superficiales sobre el grado de influencia internacional del presidente.

En este diario hemos defendido que España esté presente en la trascendental cita, desde la presunción, quizá demasiado optimista, de que en ella se decidirá el futuro modelo económico mundial. Lo que hay que evitar es que esa presencia -que la Moncloa da por segura- se convierta en un fin en sí mismo, como si la reunión de Washington fuese una de esas fiestas provincianas que sirven para diseñar un Quién es quién de la alta sociedad.


Según el diario Le Figaro, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy -que tiene asegurado su cupo en la cumbre en su calidad de presidente de la UE-, cedería la silla de su país a España. El PP, que dice apoyar la asistencia de Zapatero al encuentro, ya se ha encargado de torpedear esa posibilidad al presentar la oferta de Sarkozy como una nueva humillación ante Francia, justo en el bicentenario del levantamiento de España contra el ejército napeoleónico.


Antes de que el debate degenere en sainete, sería interesante que Zapatero explicase para qué quiere exactamente estar en la reunión de EEUU; si lleva propuestas de calado que contribuyan de verdad a explorar un nuevo orden económico basado en algo más que las leyes del mercado; y si esas propuestas guardan alguna coherencia con las aspiraciones de la comunidad iberoamericana, a la que la diplomacia española ha recurrido para que respalde la pretensión de Zapatero de ir a la cita.

Además, el presidente está en mora de explicar por qué no ha reclamado, con el mismo vigor con que exige su silla en Washington, que sea la ONU la que organice un encuentro que tendría consecuencias para toda la humanidad. Pero, ¿se acuerda hoy alguien de esa institución?

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