martes, 26 de junio de 2012

Obrigado Portugal, ate ja!

Una de las cosas que siempre hicieron los franceses fue no despedirse, un mal hábito que no caló en mi educación paterna por mucho tiempo que mi progenitor pasara entre los galos.

Mas bien fue la parte lusa la que me llamó a venir a este maravilloso país y que también me dice que tengo que dar las gracias y despedirme, por supuesto solo con un "hasta pronto".

Me he encontrado con la hospitalidad de mi propia casa, con la calidez de mi propia tierra y con el humor de mi propia familia. Así de igual entre mis pares me he sentido en esta experiencia que ha sido un año de estudios y convivencia con nuestros vecinos, los portugueses, que responden a todos y cada uno de los buenos tópicos que tenía leídos.

Orgullosos, valientes, respetuosos y sobre todo cálidos. No deja de ser cierto que hay abismales diferencias con mi propia forma de ver la vida, pero no son éstas las líneas para hablar de eso, sino de todo lo contrario.

Gracias, obrigado. Es la única palabra que tengo para quiénes me han hecho sentir cómodo en una tierra, que por mucha vecindad que compartamos, no dejaba de ser lejana, extraña y distinta, pero que al final del camino he tomado como propia.

Ahora, cuando toca hacer balance y éste resulta positivo en todos los aspectos, sé que volveré de una u otra forma. Y ahora, a pocos días de volver a mi adorado sur, también sé que casi todos ellos, "os fofinhos", vendrán a verme, con cuentagotas, a todos, unos y otros ya los llevo conmigo.

Patricia, Mel, Valeria, Lenny, Raquel, Paulo, Linda, Fernando, Luis, Joao, Andrea, Zelia, Antonio, Letizia, Jorge, Claudia, Pedro y Carlos. Todos y cada uno, ya tenéis casa en Murcia.

Cristina, Celso, Luzia, Casimiro, Manuel, Guillermo, Miguel... compañeros y profesores de la Universidad, por todos los buenos ratos.

Y ahora, en particular, sin desmerecer a nadie, quiero hacer una mención especial. Porque son los pequeños momentos los que hacen que la totalidad de tu vida, que la totalidad de tus experiencias tengan sentido completo...

Desireé y Reyes, las dos chicas que este año han sido "las chicas de mi vida", que han llenado de conversaciones mi humilde apartamento y de sonrisas mi cocina. Lo más inesperado es siempre lo que mejor resulta y vosotras, andaluzas, sois la sorpresa grata de este año y el refugio anti-aburrimiento que me hace reir cuando estamos "hasta el moño de los tristes". Nos veremos en Sevilla, seguro.

Sin embargo, no han sido portugueses, ni residentes en Portugal quiénes han sostenido esta vivencia. Estaban a más de mil kilómetros, pacientes pero presentes. Mis padres, cuya humildad y esfuerzo han hecho posible que no se trunque mi futuro, a ellos, por siempre, gracias.

Y ahora, solo queda hacer maletas y volver, con la misma ilusión con la que vine. Demostrado queda que si queremos somos capaces de todo y quiero quedarme al final con la misma música que me trajo aqui, va por todos! Saude!

Os passos van pelas ruas....

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