miércoles, 3 de abril de 2013

Moción de censura

En Portugal acaban de tumbar la moción de censura que el Partido Socialista, principal grupo de la oposición en la Asamblea de la República, presentaba por primera vez al gobierno del conservador Passos Coelho. Tumbada porque el gobierno portugués cuenta con una mayoría parlamentaria.

Para entender la posición del PS portugués hay que tener en cuenta dos factores anteriores. El primero de ellos es la función catalizadora de la izquierda política en el país vecino (PS, Partido Comunista y Bloque de Izquierdas) que, junto con las fuerzas sindicales CGT y UGT, han conseguido tomar la iniciativa, muy por delante en las encuestas frente a la coalición gubernamental del PSD y el CDS-PP. Esa función es esencial, más aún si tenemos en cuenta que en Portugal no existen las redes de movimientos sociales y plataformas de acción que sí tenemos en España y que han sido las que han tomado el relevo a la clase política. Dicho de otro modo, cuando la población ha perdido la fe en su gobierno, vuelve la mirada hacia otras opciones creíbles, en este caso la del bloque opositor.

En segundo lugar hemos de fijarnos en la propia idiosincrasia de los portugueses y de su sistema político. Ese factor nos aporta un mapa en el que los dos partidos mayoritarios, PS y PSD, se han turnado en el gobierno legislatura tras legislatura desde el inicio de la democracia en 1974. Apuntar que ellos no tuvieron como nosotros una fuerte implantación política y sindical mientras duró la dictadura, allí el control fue férreo durante el régimen y fueron precisamente los militares quiénes derrocaron al gobierno. Con todo esto y la inusual presencia de los portugueses en las calles manifestándose semana sí y semana también, el PS ha tomado la iniciativa , aprovechando la puesta en escena de su congreso nacional, a celebrar a final de este mismo mes. A lo cual hay que unir que han hecho saber, en sendas cartas enviadas a las autoridades de la troika que, de llegar al poder, cambiarán inmediatamente el pacto por el cual llegó el rescate financiero.

Hay que entender pues, que la moción de censura, aunque perdida de antemano, es una fijación de postura para que, democráticamente, se advierta que existen alternativas a las líneas fijadas por el Banco Mundial, la Comisión Europea y el FMI. Un clamor que recorre los parlamentos de toda Europa, más aún donde el dinero de la troika ya está causando estragos.

Salvando las distancias, en España no tenemos esa fuerza catalizadora en la propia clase política, han sido los movimientos ciudadanos quiénes cogieron ese relevo. Nada que objetar al respecto. Sí pienso que ha de servir para la llamada "regeneración", tan demandada por la ciudadanía, tan necesitada por el propio Estado.

Y es así que me hago la siguiente pregunta: ¿No debería la oposición presentar ya una moción de censura en el Congreso? Y mas aún, ¿no deberían presentarse mociones de censura en todas las administraciones, independientemente del resultado de las mismas, para que sirvan de llamada de atención a las instituciones internacionales?

Apunto a que sí. A que seguir esperando a la convocatoria electoral correspondiente (Elecciones Europeas como muy pronto) es quemar todavía mas las ansias de cambio en las directrices políticas y que cada día que pasa es un parado mas, un desahuciado mas o, inevitablemente, un muerto mas a causa de los recortes en ambulancias, hospitales, dependencia, etc. Simplificar los calendarios ha de pasar por acortarlos y recoger como propias las mas altas demandas del conjunto del país, esto es, tumbar la política económica del gobierno de Rajoy que no es otra cosa que librarnos de un modelo de país que establece como legal y como legítimo la existencia de dos razas: incluídos y excluídos; los que pueden vivir y los que pueden sobrevivir; aquellos que aspiran a todo y aquellos que no tienen nada.

No lamento la somera lección de historia inicial, espero en cambio que sirva de ejemplo para tomar la iniciativa. Debates todos, siempre positivos, pero también utilizar todas las herramientas que el funcionamiento democrático de nuestras instituciones nos permitan. Censurar al gobierno no es sólo ganar una votación, censurar al gobierno es decirle a la ciudadanía: "Hola, estamos aquí".

En los meses venideros la situación de España se agravará y todos los indicadores se saldrán de las tablas, será entonces cuando alternativas como esta se pongan encima de la mesa con mayor contundencia, entonces veremos si tenemos altura de miras o continuamos cabizbajos.

Mis primos, amigos y vecinos dirían, y yo susbribo, así: "vai, ja a seguir"





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