martes, 15 de julio de 2008

Por gentuza que no quede...



La semana pasada, el periódico LA VERDAD tuvo a bien publicar esta curiosa "Carta al Director", aviso que no tiene despercidio:

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Los gays, atrincherados en Madrid, dieron rienda suelta a sus reivindicaciones, este año con tinte lésbico. La sodomía ha existido siempre, ya el Levítico advierte: «Ay del hombre que toma a otro hombre como si fuera una mujer» o el anticipo del Infierno que llovió sobre Sodoma y Gomorra bajo la mirada airada de Dios. Pero nunca como hoy es apoyada y exaltada por los medios de comunicación y por el poder legislativo. La homosexualidad se embute a la fuerza en los colegios y en el salón indefenso de nuestras casas y además, una vez al año mete mucho ruido bajo el signo del orgullo. Mientras, va dejando muertos a millones en el camino del SIDA, una pandemia incontrolable de ETS, un acortamiento sustancial en la vida media de los que la practican y un gasto sanitario desbordante: curioso orgullo.

Lisa Justiniano
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Bien... indignado por el contenido (una sarta de mentiras) y por la publicación del mismo considero que un periódico serio en este país hay cosas que no puede publicar), me remití a LA VERDAD. Aclarando que no es la opinión de la señora lo que me molesta, en realidad su opinión me la suda. Lo que me molesta es que me haga responsable de los millones de muertos del SIDA y que LA VERDAD les sirva de altavoz en esa trola catedralicia, y tras hablar con uno de los jefes de redacción les envié la siguiente replica:

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LAS MENTIRAS TIENEN LAS PATAS MUY CORTAS.

Ayer este diario publicó sin despeinarse la opinión poco cultivada de una señora llamada "Lisa Justiniano" que tras el título la LA FIESTA GAY, relacionaba sin pudor ninguno una actitud ante la vida como es la homosexualidad con una de las mayores y peores pandemias que sufre el planeta como es el SIDA.

Lejos queda tener que demostrar que nada tiene que ver una cosa con la otra, los datos están ahí para comprobarlo. Resulta del todo deleznable la ignorancia consentida de quien en su afán por denostar a una comunidad de millones de personas, interpreta bajo su interés personal la ciencia, la historia e incluso los sentimientos.

Han sido precisamente los colectivos y asociaciones de gays, lesbianas y transexuales los que han barrido literalmente al SIDA de los campos de riesgo. Y han sido precisamente los gays, lesbianas y transexuales los que injustamente han sufrido el que nos señalen con el dedo aquellos que han propagado la enfermedad que tantas vida se cobra a diario en este mundo.

Responsables de la misma son quienes precisamente viven en la ignorancia y responsables son quienes propagan esa ignoracia en comunidades como África en las cuales recomiendan en nombre de no se que fé, no usar el preservativo.

¿Podrán ellos perdonarse el ser responsables directos e indiscutibles de una ingente masacre de niños, mujeres y enfermos que sacude también nuestra sociedad? Que los perdone Dios...

Más allá de la ignorancia está la sapiencia, en cuyo espacio algunos hemos divisado a los medios de comunicación, como el que están leyendo ahora ustedes. Sin embargo, el hecho de que LA VERDAD publique un artículo de estás características queda también muy lejos de la más mínima profesionalidad y del más ínfimo recodo de rigor y ética periodística. Más bien es pues un ejercicio de negligencia por estupidez o si lo prefieren de ignorancia... por no saber leer.

En nombre de las entidades y personas que cada día nos batimos el cobre por la defensa de los derechos y la dignidad de nuestros vecinos, compañeros de trabajos, hijos, padres y madres, amigos y parejas, como también lo son de ustedes, exijo de este diario una disculpa formal y pública por el atropello cometido.

Un saludo.

Julio López Guillén.
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Pues bien, ahí no acaba el cuento, pasa el sabado y el domingo y el lunes y el periódico no publica esta réplica. Pero si me envía un mail el mismísimo director del rotativo que os reproduzco a continuación, tampoco tiene desperdicio:

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Estimado Julio, Le agradezco en el envío de su Carta al Director, sobre la que me permitohacer algunas respetuosas, pero claras, consideraciones, otraspuntualizaciones y una conclusión para evitar equívocos o desenfoques de quésuponen las "Cartas al Director" en un periódico. Primero, unas consideraciones: 1.- Le aclaro que puede dirigir a quien estime sus consideraciones, incluidala Asociación de la Prensa. Sin duda, nos hará llegar sus razonamientos quenos servirán para nuestro trabajo. 2.- Me agrada la figura literaria de "sin despeinarse", que sin duda serepetirá cuando publiquemos la suya. Un poco frívola me parece, sin embargo,la figura para un trabajo que queremos que sea sólo profesional y noestético. 3.- Respecto al hecho de que "LA VERDAD publique un artículo de estascaracterísticas queda también muy lejos de la más mínima profesionalidad ydel más ínfimo recodo de rigor y ética periodística. Más bien es pues unejercicio de negligencia por estupidez o si lo prefieren de ignorancia...porno saber leer", entenderá que no comparta sus razonamiento, sobre todo porla enorme claridad con la que usted se expresa, que me llevaría aconsiderarle el demiurgo de las actuaciones periodísticas que en el mundohan sido y que, probablemente, lo serán. A veces, es conveniente dejar unapuerta abierta de encuentro, pero usted ha pintado una "habitación" sinninguna de ellas. 4.- Sobre su exigencia de "una disculpa formal y pública por el atropellocometido", comprenderá que están fuera de todo lugar, pues no es elperiódico el que hace suyas las consideraciones de la Carta que ustedcritica, como tampoco hará suyas las de usted cuando publiquemos la suya.Entiendo que se ha equivocado de destinatario, pues el autor es quienresponde de sus juicios, como usted de los suyos, siendo el periódico elmedio para que los demás lectores puedan conocerlos, los suyos y los ajenos. Segundo, algunas puntualizaciones: 1.- Desconozco el momento que usted vivió cuando leyó la carta, ni lassensaciones que le produjeron su publicación, pero también seguirédesconociendo, seguramente, la de aquéllos que no coincidan con surazonamiento. 2.- A usted le agradezco el grado de sinceridad, que, no lo dude usted, nosservirá para intentar hacer mejor nuestro trabajo y no llevarnos por lasenda de la ofensa, ni en el caso de los homosexuales, ni en el de losheterosexuales. 3.- Nuestro periódico nunca, en su línea editorial, ha discriminado ningúncomportamiento de orientación sexual que se pueda producir en la sociedad,de lo que sin duda dan prueba las informaciones que publicamos, como la delúltimo Día del Orgullo Gay, que fue recogido con respeto, como no podía sermenos, y con un amplio despliegue informativo tanto en el periódico como enInternet. ¿Duda usted que parte de nuestros lectores no llamaron "ofendidos"por la importancia que le habíamos dado al hecho que, algunos de ellos,consideraban "inadecuado"?. Pues, no lo dude: se produjo. 4.- No haga usted traslación de una opinión crítica de un lector al conjuntodel periódico. Se equivocará. Y una conclusión: No tenemos ningún problema en publicar su carta, incluido su juicio sobrenuestra actuación. La respetamos, aunque, como queda de manifiesto en todolo anterior escrito, no la compartimos.

Un saludo. José María Esteban Ibáñez Director del Diario LA VERDAD

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Fuerte eh??? A lo mejor el payo pensaba que me iba a callar. Tuve que dar muy cerca para que se enfadara tanto. Pues bien, le he contestado, aquí os pongo el último capítulo del culebrón... o al menos eso espero:

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Estimado José María:

Tras leer el mail que ha tenido a bien remitirme, quisiera hacerle llegar unas puntualizaciones sobre el contenido del mismo, no sin antes agradecerle que hayan considerado la publicación de la Carta al Director que les mandé días atrás.

En primer lugar, la exigencia de la réplica a la carta publicada sin duda llena de ofensas y mentiras sobre la realidad LGBT, que lejos de constituir una opinión fundamentada y documentada, soslayaba la dignidad y la imagen de quienes trabajan todos los días por el respeto a la vida, como son los colectivos de Gays y Lesbianas en nuestra Región, en España y en el mundo. Es pues esa y no otra la situación que viví como lector y como activista.

El hecho de que un periódico que se jacta de tener una categoría, de primer medio de información de la Región de Murcia, publique algo tan alejado de la realidad, aun siendo esta carta incluida en la sección de opinión, constituye una lesión indiscutible e imperdonable al discurso que materializan los Derechos Humanos, y más concretamente, los derechos de ciudadanía que respaldan las Cortes Generales.

En ningún momento de la carta dispongo como y en que manera han de hacer ustedes su trabajo, no más lejos que el saber que hay ciertas cosas que NO se pueden publicar.

¿Publicaría usted un artículo que pone de nuevo en cuestión y aboga por la PENA DE MUERTE? o quizá alguno que en los mismos términos justificara la PEDOFILIA? o que legitimara el abuso a las clases trabajadoras? o que publicitara la corrupción urbanística como medio de vida ? y si alguien escribe posicionándose a favor del maltrato a los animales domésticos como hobby? O a favor de la ablación a las mujeres?

No son los derechos y la dignidad de las personas LGTB menos derechos y menos dignos por estar reconocidos por el Parlamento, la OMS, la UE, etc, desde hace menos tiempo. Sólo son más recientes, pero igual de sólidos y de consistentes.

Los medios de comunicación, como empresas, tienen su parte de responsabilidad social corporativa, y han de atenerse en la totalidad de sus contenidos al respeto de las realidades existentes con la única base de las leyes.

Si a usted le ha parecido desmedido el tono del artículo que le envié, mucho me temo que poco ha leído sobre la vida diaria de los activistas que seguimos en la brecha y menos aun de los que quedaron en el camino, señalados, torturados y encarcelados.

Aun pareciéndome bien que tenga que defender su casa a capa y espada, no me venga a decir que hay que tener siempre una puerta abierta al encuentro. Desde su posición dominante hubiera estado mucho mejor, que fuera usted y su periódico quienes dispusieran esos espacios y tiempos de encuentro, convendrá conmigo que poco podrá hacer una asociación comparado con lo que puede hacer usted.

Esperando que sea éste el último de nuestros desencuentros y deseándole feliz verano, reciba un cordial saludo.



Julio López Guillén.


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Viva la vida!

1 comentario:

Unknown dijo...

y que hace un precioso libro como el de Kundera relacionado con esta trama??