El resultado depende del prisma que usemos para analizar el hecho social. Es casi lo único que el profesorado de la Facultad de Educación consiguió hacerme aprender.
Decidido a usar el optimismo como prisma me paro a pensar sobre el resultado que arrojaba la cita del fin de semana (la de mi amante no, la del consejo de la juventud). "Jurao" que iba con toda la buena intención del mundo... pero es que les gusta provocarme. Puesto que todo iba cocido desde los días de antes había poco que hacer, más que patalear... ya que se lo querían llevar, por lo menos que se lo curren ¿no?
Ahora que "las mayorías" ya tienen lo que quieren, en su entera responsabilidad está el resultado final de este proceso. El cierre o no del consejo de la juventud, el futuro de los trabajadores, la representatividad de la población joven y el modelo de asociacionismo. No es poco trabajo, me queda desearles suerte. Por cierto... la actitud del PP fue horrenda, incluso se abstuvieron de votar la entrada de una asociación de gays (compañeros del NO TE PRIVES, bienvenidos)... lo demás... de manual, otro timo.
Dicho esto recuerdo que hace tan solo unos días dije que la batalla hay que darla donde está. Ha quedado claro que el consejo ya no es el escenario donde algunos podemos seguir aportando principalmente por dos motivos: 1º al poder no le gusta que le soplen la nuca y 2º los sentimientos personales están por encima de la política y de la madre que la parió, por lo menos para mí y por eso paso de broncas con personas con las que casi me he criado. Preferiría encerrarme con esas personas en una habitación y 3 botellas de whiski y decirnos las verdades a la cara (por una vez).
En pocos días comienza para mí un nuevo proyecto ilusionante, en el que siempre ha sido mi trabajo de gestor de equipos, del que desde luego os iré dando detalles en este blog.
Que la fuerza os acompañe
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