domingo, 10 de mayo de 2009

Sostiene Pereira

Mi padre, hombre curtido, hecho a sí mismo, currante a más no poder, que luchó junto con mi madre por sus ideas, su casa y su familia, sostenía tras ver un aparatoso accidente que de seguro los ocupantes del vehículo eran jóvenes y que iban de todo hasta las cejas. "Piensa mal y acertarás" que se dice en esta tierra.

Afortunadamente no eran, sino SON, jóvenes los que iban en el coche siniestrado, ya que ha sido mas el susto que cualquier otra cosa. Que no se asuste nadie, pero incluso rezé para que así fuera mientras nos acercabamos al sitio en cuestión.

Lo importante, después del alivio, no es otra cosa que la percepción sobre la edad que tienen las generaciones anteriores a la nuestra. Y no es buena... pero nada buena.

Por una parte nos encontramos con la indiscutible voluntad de lucha de quiénes, realmente, tuvieron que currárselo para que tú (jipi de mierda) pudieras hacer cosas tan entretenidas como leer este blog... y que yo (flipao de la vida) pudiera escribirlo. Por tanto, en cierta forma, son ellos los garantes de las libertades de las que ahora disfrutamos.

Por otra parte también son ellos (nuestros viejos) los que san dejao la piel de curritos, por lo que no deja de ser cuanto menos comprensible que piensen que saben aprovechar mejor el tiempo, que no digo yo que no sea verdad.

La edad es un valor, algunos pensamos que positivo, otros reniegan de ella como si fuera el origen de todos los males. Sabiendo guardar las distancias entre un padre protector y un viejo amargado he de sentirme afortunado por haberme tocao en la loto el primero de ellos.

Pero hablando del tiempo y de las edades, cuando hemos llegado a casa de mi abuela, ella, Carmen Pereira (socialista, roja, republicana, pero no judía ni masona), me ha soltado una de las verdades más grandes del mundo, que la enlazo con el discurso paterno: "Mis 85 años es lo único que la gente no quiere de mí".

Dadle una vuelta.

1 comentario:

niggerandqueer dijo...

¿En verdad rezaste? Habla serio, je je.
Tienes razón sobre las variadas percepciones que tienen las generaciones, una sobre la otra. Y sobre el esfuerzo de las generaciones anteriores en tu país, eso es cierto: Si hoy España es un país del mal llamado Primer Mundo, es gracias a que los "mayores" se han roto la espalda para alcanzar tales niveles de desarrollo. Mis respeto para esa gente.
Desgraciadamente yo no puedo decir lo mismo de mis antecesores. Te felicito por tus orígenes.