miércoles, 20 de mayo de 2009

Son los de siempre

Antonio Basagoiti, uno de esos conservadores ponderados, que sin renunciar a sus intereses políticos sabe el lugar que ocupa y además lo asume de forma pública, decía no hace ni un mes que cuando la mitad de los políticos de Euskadi llevan escolta y se juegan la vida por realizar un servicio público resulta del todo deplorable que otros fuera de allí se forren por ese mismo servicio.

Se refería al entremado de facturas falsas que de aquí a un tiempo atrás inundan las sedes del PP en Madrid, Valencia y Murcia. No cabe más que estar de acuerdo con él, simplemente deplorable.

En Reino Unido no se han andado con chiquitas, una vez destapado el escándalo se han puesto a exigir responsabilidades y a rodar cabezas, una detrás de otra y sin contemplaciones. Nosotros, que somos tan europeos nos esperaremos a que se pronuncie el Tribunal de Estrasburgo... por lo menos.

Luego se queja la clase política de que la población en general y l@s jóvenes en particular pasen hasta el culo de los partidos y se centren en otras formas de participación social hasta el punto de que estos partidos cada vez más adolecen de renovación de gentes, ideas y formas.

Podemos tomar nota y actuar conforme a las buenas prácticas o seguir relativizando y perder el tiempo. Perder el tiempo, en este caso significa perder generaciones llenas de intensidad... puede servir como reflexión, que tampoco quiero yo molestar a nadie.

1 comentario:

niggerandqueer dijo...

Tienes razón, el desgano de los jóvenes por la política es por la ausencia absoluta de rendición de cuentas por parte de los políticos en funciones. Aquí vivimos lo mismo en mi país. Y quizá peor, porque Ecuador es uno de los países más corruptos del continente.