domingo, 21 de marzo de 2010

El mejor de los regalos

Santa Claus podría volver a pasar por los desvalidos hogares de la clase media y baja de norteamérica, si finalmente esta tarde se aprueba la reforma sanitaria tan esperado por las clases trabajadoras.

Sin embargo éste no sólo podría ser una gran victoria interna de Obama, tiene un repercusión global que ya nadie discute. Por una parte supone la legitimación de un proyeco de cambio de rumbo en las políticas estadounidenses que consagra al nuevo equipo de Obama en la senda de acercarse a la gente. Por otro, el presidente de los U.S.A. extiende el concepto de sanidad universal a todo el continente americano, por una sola razón... porque él es "el vecino del norte".

En toda Latinoamérica, lo que pasa en Estados Unidos se vive como noticia local, y ahí reside la importancia de la política interna. La dolarización del continente no es una casualidad, las formas y maneras de la economía y de las relaciones sociales, todas ellas importadas del norte, han condicionado la vida desde México a la Patagonia desde la independencia de las naciones americanas.

Todas las grandes reformas (militares, sociales y económicas) emprendidas por las distintas administraciones de la Casa Blanca han lastrado las acciones de gobierno del resto de países del continente. Recordemos la Guerra de Irak, el Tratado de Libre Comercio, la legitimación del Golpe de Honduras, la situación de Cuba o la explotación del ETANOL... por poner sólo una salpimentada muestra de las acciones importantes.

Si esta reforma prospera en todas sus variables se extenderá, sin mayor remedio, al resto de países al sur de su frontera y ése, será un gran triunfo de la democracia y un recordatorio para los que aun dudan (porque les pica) que Obama tenga el Nobel de la Paz.

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