Capítulo de despedidas y agradecimientos.

Volví a la capital con la intención de conseguir todo aquello que no había podido hacer en mi estancia anterior. Vencer las resistencias que durante casi 8 años me habían tenido inconcluso y medio perdido no ha sido tarea fácil, pero lo he conseguido.

La cuestión política ha sido resuelta porque confiaron en mí y no sólo he trabajado al más alto nivel sino que además, inesperadamente, ha sido la primera vez que figuraba en una lista electoral y quien ha querido (y me ha querido) se ha dado el gustazo de votarme. Me consta que han sido todos los que yo pensaba que lo iban a hacer.

La cuestión personal se salda con una buena cuenta de amigos y amigas, los más sanos en todos los sentidos, y la recuperación de las viejas amistades con las que había tareas pendientes. Un "te quiero", enamorarme de forma fugaz, llorar, gritar, discutir, soñar, romper una cama haciendo el amor, llegar a vivir solo... un lujo que pocas veces en la vida se puede tener de forma contínua y al que no renuncio, solo aparco momentáneamente porque ahora tocan otras cosas.

Y académicamente he conseguido superar tantas asignaturas que ni yo mismo sabía que tenía capacidad para retener tanto conocimiento, me veía más enfocado a la acción, a la tarea contínua de responder a los acontecimientos que en mi vida moldeaban mi carácter y ahora he descubierto que, desde la percepción y la observación, también puedo aportar a arreglar este mundo... que sigue sin tener arreglo.

Me voy a vivir a otro país y a conocer otra cultura, donde quiera que esté es más o menos indiferente porque este lugar, el sur, es el que tanto se ama y del que tanto trabajo cuesta irse, por eso sé que volveré.

Las gracias, eternas, miles, interminables a mi gente, los que me han cuidado. Los que me han amado con locura y los que no también, éstos últimos son los que más me han enseñado a ser como soy porque nunca quise parecerme a ellos. He conseguido por distancia situarme en la honradez de una mirada, la sencillez de un saludo y la humildad de una birra en la plaza del barrio... mientras otros ni tan siquiera acarician estar en la más alta de las terrazas rodeados por lo más efímero.

Pero lo importante ahora son los que están:

A Mery, por sus ojos llenos de azul...
A Kuki, por la eterna sonrisa.
A las mujeres de mi partido, por demostrarme que si quieres "puedes". A sus trabajadores por recalcarme todos los días el verdadero valor del compañerismo.
A los compis de clase y la facultad y la delegación, por seguirme donde fuera sin dudar ni juzgar.
A los vecinos, caseros y al barrio por hacerme sentir en casa.
A MºJosé y Mavi, por darme la oportunidad de crecer.
A Víctor... el sabe por qué.
A Jorge, por entender que entendí que un amigo es necesario a la hora que sea.
A Emilio y Xexu, mi segunda familia, por hacérmelo todo más fácil.
A Sergio, el más molón y el más fiel, por no hacer preguntas y dar los mejores abrazos.
A Pina, Sole y Camarón por empezar algo que no tiene fin.
A Isa y Raúl, por saber que en el amor no hay condiciones.
A la peña de LAC, que sin conocerme de nada me han hecho uno de los suyos... vosotros sois "capital" ;)
Al Uliverso... duro y blando, con gafas o sin ellas, eres auténtico.
A mi casa, mis padres y mi hermano, por la interminable generosidad de hacerme feliz.
A los amigos de todos los rincones y a los amantes de todas las noches.
A todos... a vosotros... sois los mejores.

Y en particular a quiénes han llenado mi casa de rosa, de recetas, de noches sin dormir, de apuntes, de sofá, de lágrimas, de juegos, de cumpleaños, ellos son las dos almas de mi vida, "PelirrojoyRebelde" y "MorenoyGuapo". Para vosotros no quedan palabras, os las he dicho todas... todos los días y todas las noches, donde quiera que esté seguiré estando para los dos.

Orgulloso de lo realizado y sabiendo que haré más, sonriente por haber sido honesto conmigo mismo y con los demás, lamentando haber hecho algo mal y con la promesa de que, cuando vuelva, lo enmendaré. Pero sobre todo, tranquilo... me voy tranquilo.

Todo puede ser mejor si quieres que lo sea, deséalo.