miércoles, 30 de diciembre de 2009

Camarero!!!

Hablando con mi gente en los previos a la comida, nos dimos cuenta de algo que a lo que tú, querido lector, ya habrás llegado hace tiempo... pero que a mi casa siempre llega tarde consecuencia de llevar la vida que llevo, siempre miro pa' fuera, nunca pa'dentro.

Además, ésta conclusión es la parida mental a la que llegamos a través de dos métodos, el inductivo y el deductivo, que rara vez en el mundo de la psicología pueden darse al mismo tiempo y más rara vez aún al mismo tiempo en la misma casuística.

Total, que no nos creemos el pais donde vivimos.

Método Inductivo: No nos creemos que después tantos años podamos ver como la oligarquía dirigente sigue disfrutando de la casi totalidad de las mismas prevendas, que la gente se quede en la calle porque sí, que el funcionario siga siendo intocable, que el juez te amargue la vida en lugar de solucionartela, que los ministros se salgan del tiesto, que la oposición vaya a lo suyo, que quien pueda dar un puntapié no lo dé, que... en definitiva, todo esté tan tranquilo... que hasta de pena. Total, que no nos podemos creer que "to kiski" pase de todo directamente no nos lo creemos y luchamos para cambiarlo.

Método Deductivo: Al sentir vergüenza propia de nuestra condición de españolitos no nos creemos la cantidad de cosas buenas que tiene el país en su conjunto... por ejemplo que seamos exportadores de la mejor gastronomía, artistas y cultura en general. Que tengamos uno de los mejores estados del bienestar de los países occidentales, un clima de lujo, unas instalaciones deportivas, educativas y sanitarias más que aceptables, una forma de ser que lo saca todo adelante... y todo ello con el lastre de ser siempre... segundones, asi es que hay que vencer ese no creérselo y sacar pecho de lo buenos que somos, aunque con la humildad de saber que siempre se puede mejorar.

Conclusión por ambos métodos... no nos lo creemos y lucharemos. ¿A qué mola? Hay que ver lo que da de sí un litro de cerveza oye...

Lo que pasa que, como en todo buen minicongreso casero, no abordamos la forma exacta con la que vamos a luchar, nos quedamos solo en quejarnos... ¿hubiera hecho falta otro litro?

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