martes, 29 de junio de 2010

Cubalibre

Lo que yo me tomo los fines de semana en los clubs de Murcia capital tiene un nombre y es curioso que casi nunca nos paremos a pensar porqué las cosas se llaman como se llaman.

No nos paramos por la comodidad que nos supone en no reparar en la mayoría de los detalles, en los que pensamos que nos son ajenos. Y ciertamente, no nos son ajenos la mayoría de ellos.

Tampoco es que nos tengamos que pasar la vida rememorando "cualquier tiempo pasado fue mejor", pero cuando Guillero Fariñas está a punto de palmarla me pregunto si ahora que viene agosto no estaría de más darle vacaciones a los Castro y darnos el regalo de borrar una dictadura del mapa.

Después de todo, brindar con un cubata ¿era eso no? librarse de cualquier tipo de opresión ejercida directamente sobre el pueblo.

Curioso es también acordarse de estas cosas cuando estás ocioso... maldito obrero soy que me da por contestarle al poder, deberían encerrarme a mi también

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