miércoles, 30 de junio de 2010

¿Salvaje yo?

En un irreconocible ataque de responsabilidad colectivo, los medios de comunicación han recogido y secundado, los ataques que Esperanza Aguirre y los suyos han proferido contra los trabajadores del Metro de Madrid.

"Salvajes" les han llamado. La cauta y moderada Esperanza, la misma que llamó "hijoputa" a cierto cargo político, la misma que puso en jaque a la mitad de su partido por conseguir poder y la misma que tiene a innumerables altos cargos nombrados por ella imputados y condenados por corrupción se ha atrevido a señalar con el dedo a los representantes de los trabajadores.

Y como esto es un blog personal, hablaré de lo que personalmente me parece salvaje. Salvaje es el despilfarro del Gobierno de Aguirre en actos protocolarios, empresas fantasma, subvenciones a las empresas de los amigos, adjudicaciones a dedo, una de las mayores flotas de coches oficiales conocida... y aquí hago un paréntesis.

Antonio Beteta (y con toda la jeta), Consejero de Aguirre, anunciaba a bombo y platillo la reducción de los coches oficiales de su gobierno, pero el caso es que no es así. Realmente lo que ha hecho Aguirre es suprimir el alquiler de 48 vehículos que usaban los servicios de consumo, medio ambiente, sanidad, etc... es decir, de los servicios prestados directamente al ciudadano. Los consejeros del Gobierno seguirán viajando en coche oficial a todas partes, casi siempre dentro de la propia ciudad de Madrid (y no en Metro como dice en cada rueda de prensa de las últimas dos semanas, curiosamente antes de la huelga)

Salvaje creo yo es beneficiarse del Tamayazo y de Fundescam, eso es salvaje y no lo que hacen los trabajadores del Metro de Madrid, que defienden sus salarios y la negociación en el marco del convenio colectivo aprobado por la Comunidad de Madrid.

Salvaje será usted señora... y pobre de pedir

1 comentario:

mario dijo...

Tienes mas razón que un santo...cada vez que escuchaba lo de salvaje, me empezaban a chirriar los dientes. Lo que es salvaje es saltarse un convenio a la torera y engañar a la opinión pública como se ha echo.