miércoles, 16 de enero de 2013

El día de los cuchillos largos

Hoy Ramón Luis Valcárcel ha despedido a los trabajadores del Consejo de la Juventud de la Región de Murcia. Tal cual, no son rentables, tampoco son afiliados al PP y, por supuesto, son elementos peligrosos para el buen funcionamiento de la Región de Murcia porque se dedican a formar a miles de jóvenes en proyectos de cooperación, asistencia, desarrollo internacional, voluntariado y un largo etc que lleva vivo desde hace décadas.

El por qué de esta situación es bien fácil de entender, el Consejo de la Juventud Regional se elije por votación de entre sus miembros y el PP casi siempre ha chupado banquillo en cuanto a liderar jóvenes se refiere.

Tantos años fuera del poder eran insoportables y cuando en 2004, la lista que encabezaba el que suscribe, ganó las elecciones al Partido Popular, se produjo la conjura final con una frase lapidaria: "Si no ganamos la votación en el CJRM, la ganaremos en la Asamblea Regional".

Dicho y hecho, la Asamblea Regional aprobaba en 2007, un año después de mi salida del organismo público, la Ley de Juventud que desposeía al Consejo de la Juventud de todas sus prerrogativas. Después vendría la suspensión del presupuesto, el abandono de sus locales y por último, hoy, el despido de sus trabajadores.

Ese día de los cuchillos largos, en los que se llevaron por delante años de esfuerzo y sacrificio, supuso para el PP la materialización de un sueño por mucho tiempo perseguido por sus altos cargos directivos, brillar con luz propia en materia de juventud. Y vaya si lo consiguieron. Fácil fue una vez eliminados vía presupuestos todos cuantos les dicen que no, que no les representan.

Ahora la iluminada Verónica López, Directora General de Juvenutd, pretende que el trabajo de decenas de profesionales sea asumido por voluntarios (que obviamente serán miembros de Nuevas Generaciones del PP) perpetrando así el mayor asesinato a las estructuras juveniles en la historia de la democracia.

Que se les llene el bolsillo de dinero, porque de orgullo lo tienen vacío. Es sin duda la peor gestión en materia de política de juventud del panorama nacional. La gestión de eliminar todo aquello que no tenga que ver con un ladrillo.

Fijémonos en la actitud de esa generación que pierde un referente de innovación y dinamismo. La actitud será, como la de ocasiones anteriores, luchar para conseguir lo que les pertenece. 

De seguro no será con la administración del Partido Popular, que nunca creyó ni en la juventud, ni en sus dirigentes y formadores, será con otras políticas, las de la valentía y la ambición por el futuro.

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