lunes, 7 de abril de 2008

Que mal hacemos patria.


Si el Comité Olímpico Internacional es una institución más privada que pública, y si está más sujeta a presiones y lobbys con intereses económicos, está hoy en día mucho más fuera de duda que en cualquier otro momento.


Los Juegos Olímpicos de verano, por encima de cualquier cita regentada por el COI, representan la máxima aspiración, no sólo deportiva de cualquier país, sino económica a nivel de infraestructuras y servicios que quedarán garantizados de por vida.


Quizás por ello y sobre todo en las citas más recientes, hayamos sido testigos de las "puñaladas" que unos países a otros se dan con tal de "agenciarse" la contienda. Podemos recordar a Jacques Chirac regurgitando algo así como que Reino Unido no sería capaz de montar unos buenos Juegos con la mierda de comida que hay en ese país (ese año París y Londres eran las grandes finalistas y favoritas).


Hoy tenemos el caso de China y a nadie tampoco se le escapó en su momento dos detalles que emborronan la supuesta independencia de toda índole de la mayoría de los miembros del COI. Por un lado el baile de maletines y transacciones bancarias previas a las votaciones e inmediatamente posteriores, propias de las mafias mejor organizadas de la indómita Chicago. Por otro las declaraciones de los propios miembros y figuras relevantes del COI, entonces y ahora.


Las de entonces con todo tipo de justificativos del limpio y pulcro proceso, pero con la boca pequeña, las de ahora y como muestra un botón, la entrevista que Juan Antonio Samaranch concede a un rotativo y que no tiene desperdicio ninguno.


Sin entrar en pormenores (el chico quiere un Ministerio de Deportes en el Gobierno de España... que a mi me parece genial también) va y suelta esta perla quedándose igual de ancho:

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P. ¿No le disgusta que, desde Moscú 80, éstos sean los primeros Juegos en un país no democrático?


R. Cada país tiene el régimen que escoge.


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Ole los huevos de Samaranch!!!!. Claro que sí!!!!.
Mil millones de chinos (y más) están de contentos (que digo contentos... soberbiamente orgasmizados) con un régimen totalitario que aplasta cualquier tipo de disidencia política, si lo van a celebrar todos juntitos ahora en verano, como debe ser, porque así lo manda Mao... no te jode.


Como en los desfiles de algún estadio de Madrid cuando se conmemoraba el día del trabajo, 1 de Mayo, por el sindicato vertical, que buenos tiempos... los de concejal.


Todo esto después de admitir SIN SUDAR!!!! al comienzo de la entrevista que la elección de Pekín fue una apuesta política y personal suya.


Y de Tibet ni mu... que el bolsillo se cierra cuando se abre la boca.



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