Es lo que tiene escribir del jefe, que si te lee y no le gusta te puede echar a la calle: gracias por los servicios prestados. Aunque no creo yo que entre las cientos de columnas y artículos que mi jefe lee, se detenga en mi humilde, por misera, entrada del blog.
Pedro Saura es cuanto menos profesor de economía en la universidad y esto a los ciudadanos de la Región de Murcia nos viene que ni pintado. Ahora que pintan bastos es cuando nos vamos dando cuenta de lo que tenemos por casa, que si un mayor acercamiento a las redes sociales de todo tipo por el tema de ahorrar, que si una mayor dedicación a la gente que nos necesita por el tema de echar un cable o que si un experto en economía para que nos diga cómo demonios se sale de la crisis.
La receta de Don Pedro está clara: formación, cambio productivo y descentralización. La de Don Ramón (15 años triunfales) también: Zapatero tiene la culpa y la oposición solo crítica.
Inadvertidos en la bruma del desastre económico del ladrillo quedan los chanchullos de los ayuntamientos, alcaldes y concejales de urbanismo, consejeros de gobierno autonómico y su barra libre, mientras el discurso se repite una y otra vez: formación cambio productivo y descentralización.
Estos tres conceptos, aunados por Saura en su dedicación diaria y desde hace más de dos años son los mismos que ahora (ya os vale) empiezan a repetir todos los indicadores y analistas de mercado... solo que ellos cobran más a final de mes, será por eso que se dieron menos prisa en avisar y solo llevan unos meses atizando.
Sigo manteniendo que tenemos una clase dirigente pobre de ideas que se dedica a suspirar y encogerse de hombros mientras el paro supera la media de España, los jóvenes cobran menos que en toda España o la economía sumergida es la mayor del Estado, y que en todos esos datos, la responsabilidad es de quien nos gobierna.
Mientras Don Ramón sigue sin gobernar otros hacen su trabajo, por ejemplo los ciudadanos de a pie conservando el patrimonio, por ejemplo Pedro Saura explicandole que el cemento pesa... y nos hundimos.
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