lunes, 25 de enero de 2010

Siendo sincero

No estoy solo, me siento acompañado, querido, vivo. No es la temporalidad de las relaciones humanas las que le dan fuerza, sino la calidad de los momentos que vives en ellas.

El roce hace el cariño, no la llamada de la sangre ni las caprichosas feromonas. Sea pues para el esfuerzo de todos estos años el brindis de anoche. Por cada una de las sonrisas, de los abrazos, de las confesiones y las borracheras, por el baile y las palmas, por las cabezas locas, por las cabezas huecas y las que me llenaron de ideas. Por todos mis amantes, por todos los que me amaron y no fueron amantes, por mis maridos (todos ellos), por mis amigos, por la bondad de mi hermano, la honradez de mi padre y la tenacidad de mi madre, por mi familia.

Ese es el mejor de los brindis... el que hice anoche con el corazón. Por vosotros, por todos, la vida es bella porque el amor y la imaginación lo superan todo.

1 comentario:

Quino dijo...

Gran comentario Julio, si señor.