sábado, 5 de enero de 2008

Para más señas


Reproduzco a continuación un artículo (primera y segunda parte) que figura en la web http://www.elplural.com/ Seguro es de vuestro interés y además llega firmado de la mano de Hugo Silberman (si fuera con V serían el hombre de plata) disfrutadlo:


HUGO SILBERMAN


La Puta de Babilonia (I)


“Ven y te mostraré el castigo de la gran ramera con quien han fornicado los reyes de este mundo. La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata; resplandecía de oro, de piedras preciosas y perlas; y tenía en la mano una copa de oro llena de las inmundicias de su fornicación, y escrito en la frente su nombre en forma cifrada: Babilonia la grande, la madre de las meretrices y abominaciones de la tierra”(San Juan. Apocalipsis 17:1-5).

Coincido en la lectura de un erudito ensayo del escritor colombiano Fernando Vallejo (“La puta de Babilonia” ed. Seix Barral) sobre la historia de la iglesia católica desde el año 323, cuando, de la mano del emperador Constantino, se hizo con el poder terrenal y se confundió con el Estado, cuyo título tomo prestado al igual que la cita del Apocalipsis para este artículo, con la de las noticias sobre la concentración en “defensa de la familia” organizada por el Arzobispado de Madrid.


Primera consideración: ¡Qué poco ha cambiado la Iglesia de Benedicto XVI, Rouco Varela, Cañizares, García-Gasco y compañía desde Inocencio III hasta hoy!


Segunda consideración: emularon a Cristo pero en lugar de multiplicar los panes y los peces, multiplicaron los asistentes, de 160 mil a 2 millones.


Reconozco (no sé si es pecado, y si lo es no me importa), que, llevado por el morbo, busqué con lupa en todas las fotografías del escenario, altar o tarima montada en la plaza de Colón de Madrid, a ese pésimo lector de Nabokov, Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez. Tratándose de una concentración en defensa de la familia, me parecía raro que no estuviera quien opina que: “no hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica, como podría practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta". “¿Por qué el abusador de menores es enfermo? Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan".


También busqué al párroco de Peñarroya (Córdoba) José Domingo Rey Godoy, condenado a 11 años de prisión por abusos sexuales a seis niñas, y al cura de la diócesis de Madrid, Rafael Sanz Nieto, condenado por el Tribunal Supremo por abusos sexuales a un niño (según la sentencia el Arzobispado de Madrid conocía los hechos y los ocultó) quien "entró en relación de amistad" con la familia del menor, por lo que acudía a su domicilio "con asiduidad para el cuidado de los hijos, formación religiosa y refuerzo en los deberes escolares" y "Con el afán de satisfacer sus instintos libidinosos, primero en casa de la familia y después en la vicaría, llevó a cabo tocamientos al menor y obligó al niño a que le tocara”.


¿Y Marcial Maciel? No hubo tampoco mensaje del fundador de los Legionarios de Cristo Marcial Maciel, quien, con aval de Benedicto XVI, mantiene en una residencia eclesiástica "una vida reservada de oración y de penitencia" en castigo por haber cometido abuso sexual en contra de menores de edad cuando fue clérigo.


A ninguno de estos defensores de los valores familiares pude ver ni oír. Sí en cambio pude ver y oír a Rouco Varela, el que clama contra el divorcio y celebra el matrimonio de una divorciada (Leticia Ortiz, hoy princesa de Asturias), el que invoca la Declaración Universal de Derechos Humanos para decir que “la familia es el núcleo fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser reconocida".


Prefiere olvidar. Muy bien Sr. Rouco, usted se refiere al apartado 3 del artículo 16 de la Declaración pero se olvida del primer apartado que dice: “Los hombres y las mujeres… tienen derecho sin restricción alguna…, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.” ¿Por qué oculta que también está entre los Derechos Humanos la disolución del matrimonio, es decir, el divorcio?


La Declaración Universal de Derechos Humanos fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 al finalizar la segunda guerra mundial después de los horrores del fascismo y el nazismo. Se proclamó mientras en España la iglesia paseaba bajo palio al dictador Franco, justificaba los fusilamientos, los “paseos”, los asesinatos y enterramientos en fosas comunes, caminos y cunetas, se negaba a enterrar en camposanto a los “rojos” y lo hacían a las puertas de los cementerios para que fueran pisados, negaba la libertad, los derechos civiles, los derechos humanos, la democracia. Sostuvo la ignominiosa dictadura durante cuarenta años y aún hoy se niega a condenar el franquismo y pedir perdón por su complicidad en los crímenes contra la libertad y los derechos humanos.


El Cardenal Rouco Varela invoca la Declaración Universal de Derechos Humanos, el cardenal de Valencia Agustín García-Gasco auguró "la disolución de la democracia". El principal "problema social" en el que debe volcarse la Iglesia católica hoy es la: "La salvaguarda del matrimonio" dijo el cardenal Cañizares. Hipócritas.


La Puta de Babilonia (II)


¿Quién pagó el mitin nacional-católico del día 30 de diciembre? ¿Los católicos practicantes con sus generosas donaciones en misa dominical? ¿El ecónomo de la diócesis de Valladolid con los beneficios de las inversiones especulativas en Gescatera? ¿Una aportación del Instituto para las Obras Religiosas (IOR) conocido popularmente como Banco Vaticano, presidido en su momento por el Cardenal Paul Marcinkus, prófugo de la justicia, “asilado” en el estado del Vaticano y fallecido plácidamente en el año 2006 en EE.UU., famoso por sus vinculaciones con el banquero de la mafia Michele Sindona (muerto en la cárcel envenenado con arsénico), con el Banco Ambrosiano (su presidente, Roberto Calvi apareció ahorcado bajo un puente sobre el río Támesis en Londres, con piedras en los bolsillos y diez mil dólares en metálico), con la Logia Masónica-fascista-mafiosa-golpista P-Due, cuyo presidente Licio Gelli inició su “carrera” como voluntario de los camisas negras mussolinianos en nuestra guerra civil?


No, lo pagamos todos los españoles, católicos, ateos, agnósticos, judíos, musulmanes, budistas, protestantes, etc. ya que como es bien sabido, la Iglesia vive de los presupuestos generales del estado.


No es verdad, como dicen los defensores de éste sistema de financiación, que la Iglesia recibe la aportación voluntaria de los contribuyentes que marcan la casilla destinada a esos efectos en el impreso del IRPF. Lo que estos hacen es detraer, de lo que les corresponde pagar, el 0.7%, que se resta de los ingresos totales. Con este mecanismo aportan al Estado el 99,3% de lo que corresponde a su cuota, no el 100%. El porcentaje que le plazca, sin límiteSería aceptable que el católico que quiera aportar a su Iglesia, una vez ingresado el total de la cuota, añada el porcentaje que le plazca, sin límite. Que la Agencia Tributaria actúe como recaudadora y liquide las aportaciones a la Iglesia, pero con una condición, que se le cobre un porcentaje por la gestión, como cualquier banco. Con el dinero así recaudado podrán hacer lo que quieran, fletar autobuses a sus mítines, organizar manifestaciones contra las leyes civiles democráticamente aprobados en el Parlamento (matrimonio, educación, etc.) e incluso financiar su propio partido político Demócrata Cristiano, Social Cristiano o como le plazca llamarlo, ya tienen, como se vio en el mitin, a Jaime Mayor Oreja, y si quieren agregar el componente “social” tienen a Gotzone Mora, también asistente al acto.


De nuestros impuestos también se pagan los sueldos de todos los miembros de la Iglesia, desde un cura de barrio al Cardenal Primado, a los que hay que agregar el de los profesores de religión, que salen directamente del presupuesto del Ministerio de Educación, ni siquiera del injusto 0.7%.


La educación, otro anacronismo. Es función de un estado democrático y moderno garantizar una educación de calidad, obligatoria, laica y gratuita. Quién quiera otro tipo de educación está en su perfecto derecho, tienen la escuela privada, pero deben hacerlo a su coste, no al de todos los españoles. Las escuelas de la Iglesia también se pagan con cargo al presupuesto del Ministerio de Educación (tres mil millones de euros anuales), no están incluidos en el del 0.7% del IRPF.


Quien quiera que sus hijos reciban clases de religión, tienen las iglesias para ello, no es la escuela pública el sitio. El Estado garantiza la educación pública, al igual que la sanidad, y con respecto a esto y sirve como ejemplo, cualquier ciudadano que lo desee (y hay muchos) pueden contratar un seguro médico con empresas privadas, estas no están “concertadas” como la enseñanza, se lo pagan de su propio bolsillo, como debe ser, sin embargo son numerosos los casos en que estas empresas sanitarias (la sanidad para ellos es un negocio, no un servicio) cuando sus asociados requieren largos y costosos tratamientos, lo derivan a la sanidad pública, o no admiten a determinadas personas “de riesgo”, en eso se parecen mucho a la educación concertada que no admite inmigrantes.


Esta jerarquía eclesiástica, simoníaca, voraz, insaciable, integrista, talibana, instalada de lleno y sin complejos en la lucha política, pretende el regreso al sistema teocrático. Es un deber cívico contener esta brutal ofensiva y exigir del gobierno democrático que asuma valientemente la responsabilidad de separar claramente los ámbitos de actuación (y financiación) de cada cual y, si la Iglesia no da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, que lo haga el Gobierno, es su obligación, y no está solo.



Para consultar más fuentes, dirigíos a http://www.elplural.com/

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¿Será un artículo o una predicción? Cual fuere merece un sonoro ¡Bravo!

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