martes, 8 de enero de 2008

Una de encuestas.


Hace 4 años, cuando el tiempo de elecciones se iba acercando, los responsable de la campaña mediática del Partido Socialista, iban comprobando como la ventaja electoral del Partido Popular en el Gobierno del Estado, se iba reduciendo entre 0'5 puntos y 0'3 puntos cada día que iba pasando. Entonces la ventaja de los populares era de mas de 10 enteros.


Para el día de las votaciones, en teoría la ventaja del PP habría quedado superada con casi un punto por los votos emitidos a favor de las candidaturas socialistas. No se equivocaron mucho.


Ahora, cuando faltan dos meses para los comicios, además de asistir al baile de cifras propio de las fechas, vemos como casi se está repitiendo la situacion, en la que en las encuestas el PSOE parte con ventaja de entre 10 y 1 punto, dependiendo de nuestra filiación mediática.


Pero digo casi, porque no ahora como entonces escuchamos de las propias filas populares algo muy significativo "sabemos que vamos a subir". Saben que van a subir pero... ¿alguien ha escuchado de los dirigentes populares la entronizada aclamación de la victoria? No. A excepción de los deseos comunes de cualquier formación política con posibilidad de formar gobierno, no se ha oído con rotundidad la buena nueva popular de que accederán a La Moncloa y esto es así porque saben, que aun subiendo en número de escaños, no gobernarán.


Existen otras dos muestras del convecimiento de los populares en la derrota, la primera de ellas es la actitud de Mariano Rajoy dentro de sus propias filas, inactivo e incluso a veces desautorizado por quienes campan a sus anchas en los feudos tradicionales del PP. La segunda de ella es la batería de promesas, las que se dicen y las que no se dicen.


Entre las pocas (porque han sido 2 o 3) que sí se hacen públicas está la famosa exención de pago del IRPF por debajo de los 16 mil €. No es que yo vea mal que las rentas más bajas tengan menos presión directa del fisco pero escuchando esta propuesta se abren más interrogantes que dudas se disipan.


Si el PP quiere reformar drásticamente el sistema impositivo del Estado debería decirlo y no quedarse sólo en cargarse una de las patas que lo sostiene. Y eso en la presión directa, es decir, en el cobro del IRPF, pero.... ¿ y las retenciones de esos mismos asalariados ? y los impuestos indirectos que todos pagamos (IVA, hidrocarburos, tasas) ¿también se eliminarán para las rentas más bajas?


Decirle guapa a una chica que pasea por la calle no es conquistarla, solo adularla, y eso exactamente es lo que hace el Partido Popular, como si alguien no recordase que la presión fiscal en la etapa Aznar creció por encima de la Zona Euro o como si alguien se fuera a creer que el partido que protege la economía de libre mercado y privatiza los servicios sociales fuera ahora a apostar por quienes mas chungo lo pasan para llegar a fin de mes.


Con atención, podemos ver como todo en la campaña electoral que se avecina, salvo sorpresas, ya se ha vendido. Hemos visto las lineas maestras del programa de la derecha, hemos asistido a la confirmación "in sumun" de la iglesia más rancia como firmes aliados de la conjura y qué decir de la dilatada carrera de algunos medios de comunicación. Está todo vendido. Salvo una cosa.


Aun no hemos visto reaccionar de forma contundente al Gobierno y al PSOE. Algo que su propio electorado sigue esperando, algo que los jerarcas de Ferraz deberían, si no lo están haciendo ya, preparar. Se echa en falta reacciones más contundentes, pero más que reacciones, se echa en falta que el Presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero marque la agenda de estas elecciones, se confirmará entonces que revalida su mayoría parlamentaria, no antes.



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