jueves, 5 de febrero de 2009

Puedes ir a Davos a esquiar

MENTIRAS CON LAS PATAS CORTAS: TODO LO QUE EMPIEZA TIENE UN FINAL.

Publicadas las conclusiones de Davos, los analistas internacionales junto a otros expertos (sic) nos permiten a los pobres mortales crearnos las nuestras propias. Todos ellos, líderes internacionales+expertos+analistas, han concluído que no hay conclusiones que den receta a esta crisis y que por tanto trasladan el siguiente mensaje a todos los curritos del mundo: allá te las apañes, o lo que es lo mismo, ahí te pudras.

Llamemos a las cosas por su nombre antes de abarcar más espacio: la crisis global NO es global. Sería global si desde diferentes y diseminados lugares del mundo y distintos sectores económicos se hubiera llegado a este extremo. Y no ha sido así. El epicentro de la crisis está en un sector determinado de una zona del mundo concreta: el modelo de negocio de occidente.

Las grandes fortunas del mundo, a saber, banca, corporaciones industriales de todo tipo, medios, etc, han impuesto a lo largo de los ultimos 60 años (que corresponde con el período de una "era económica") un comportamiento consumista basado en el concepto de "deuda".

NUEVA ESTRUCTURA DE NEGOCIO.

Consumismo ha de haber, hasta ahí todos de acuerdo, la cadena de producción tiene un principio y un final que al tocarse se retroalimenta. Y ahí está la cuestión. La no retroalimentación de la cadena de producción. El desechar el resultado final es lo que nos ha puesto donde estamos.

Si en lugar de olvidarnos de cada producto al terminar con su uso principal, supiéramos reaprovecharlo encontraríamos un nuevo modelo de negocio que en ningún momento puede dejarnos en la estacada, como sucede ahora. Esto es aplicable a CUALQUIER PRODUCTO, desde lo que tiramos a la basura todos los días bajo los procesos de reciclaje hasta la producción de energía en las llamadas renovables.

RELACIÓN FINANCIERA.

Y también podemos hablar de los productos bancarios, pero siempre y cuando eliminemos el concepto de "deuda", ya que es ese concepto por el cual queremos deshacernos de ese producto.

¿Cómo eliminamos el concepto "deuda" (por prestarnos dinero nos cobran ese mismo dinero más una cantidad adicional) ? Antes hay que tener claras dos cosas, una evidente y la otra no tanto: 1º Los bancos necesitan nuestro dinero para funcionar.
2º Eliminar el concepto "deuda" no significa que los bancos dejen de percibir liquidez por el servicio que prestan.

Aclarando el punto 1º, si los ciudadanos comunes y mortales no le damos nuestro dinero a las entidades financieras (bancos, cajas, aseguradoras, etc) ellos no pueden ejercer, nosotros somos su producto y no al revés. Bajo ese prisma ha de actuar la regulación y no como ahora donde ellos son los que mandan y hacen las reglas.

Aclarando el punto 2º, si ciertamente eliminamos el concepto de "deuda" de la relación que tenemos con las entidades financieras debemos sustituirlo por otra "garantía" de que ellos recibirán pago por los servicios prestados. Ahí se abren algunos escenarios posibles que en cuanquier caso deben estar dentro de la siguiente ecuación: Ha de ser la Administración Pública quien garantice dentro de unos márgenes la confianza de los créditos y nosotros a nivel individual adquirir un compromiso de lealtad, dentro de unos márgenes, con la entidad con la cual funcionamos. Sobre esto ya tenemos algunos modelos que pueden servirnos de guía y ponerlos en práctica, de una parte la vigilancia sobre depósitos del Banco de España, de otro lado contratos de "permanencia" con la entidad.

CONCLUSIONES ALEJADAS DE DAVOS.

Se pongan como se pongan, los tiros irán en esta dirección. Si quien da un crédito precisa garantías tendrá que empezar por darlas. Y para empezar tienen que ser dos: garantía de la fluidez en la relación con el cliente (acceso al crédito y abandono de las tasas y porcentajes abusivos indendientemente de la coyuntura temporal) y compromiso de responbilidad social donde los grandes beneficios de una época concreta sirvan para respaldar situaciones no tan alagüeñas (extensible a cualquier empresa)

La semana pasada una mente privilegiada anunciaba desde Suiza que los gobiernos occidentales (a los demás que les den por el orto) deben empezar a experimentar otras reglamentaciones que nos enseñen qué escenarios son los más propicios para salir cuanto antes de esta situación... y se quedó tan ancho. El tío da clases en una prestigiosa universidad del Reino Unido y conferencias en Estados Unidos... sé que el chiste es fácil pero me vais a permitir que lo haga de igual forma.

Si gente así es la que teoriza y hemos tenido estos resultados, además con el pistoletazo de salida (o cañonazo más bien) en estos dos países.... porque coño lo han contratado? o mejor aún... cuanto van a tardar en despedirlo?

Os conmino, queridos lectores, a que vayáis a Davos pero sólo a esquiar, o mejor no, ni a eso, no vayáis. Hagamos caso de Sebastián y quedémonos en España, en Sierra Nevada hace el mismo frío pero la gente es más simpática y ... tienen tortilla de patatas.

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